Cuando se estudia la tabla periódica de los elementos químicos, obra del físico ruso Mendeleiev, llama poderosamente la atención que sólo una de las familias constituyentes de la misma, la de los llamados gases nobles, adolezca exclusivamente de la reactividad que el resto de elementos posee para combinarse con otros, en busca de la deseada estabilidad subatómica.Con sus orbitales llenos de electrones, los gases nobles gozan de estructuras subatómicas perfectamente estables que no precisan de interacciones y de ahí su nula reactividad.
Sabemos que el Helio es el segundo elemento de la tabla periódica, H2, con dos electrones rellenando el orbital más cercano al núcleo y dos protones y dos neutrones agrupados en su núcleo, presente en la naturaleza, a temperatura ambiente, bajo forma gaseosa, tan ligero que se emplea para elevar hasta enormes alturas todo tipo de globos sonda incluso los dirigibles usan helio como combustible indispensable.Bajo su morfología natural no se conocen otros aprovechamientos del Helio que no sean los descritos.
Sin embargo, vanguardistas estudios científicos, auspiciados por organismos tan afamados como la NASA norteamericana, han abierto esperanzadoras perspectivas respecto a un isótopo del Helio, el Helio 3 o H3.Mediante experimentos realizados en laboratorios de la más alta tecnología al alcance del ser humano, se ha conseguido demostrar que es posible realizar la fusión nuclear, convirtiendo Helio nativo en Helio 3, con un rendimiento tan impensable que podría, en un futuro no muy lejano, sustituir de facto a las fuentes de energía tradicionales, en su mayor parte de origen fósil y como tales de duración limitada, para convertirse en una fuente de energía universal, inagotable y extremadamente limpia y respetuosa con el medio ambiente.
La canalización del ingente torrente de energía subatómica multiplicada por el efecto de la reacción en cadena, fruto tanto de la fisión como la fusión nuclear, es un viejo anhelo humano.La fusión nuclear, que tiene al Hidrógeno como combustible primordial, se ha demostrado como una empresa costosa y peligrosa para el entorno.Con este maravilloso descubrimiento se abre un nuevo horizonte de posibilidades ante el presumible agotamiento de los combustibles fósiles, aunque los obstáculos que presenta la generación del H3 se presumen insalvables o cuando menos de compleja resolución.
La cuestión primordial ante la disyuntiva que se plantea es el modo de obtención de una materia prima de la que carecemos en la Tierra.La constante actividad reactiva del astro rey difunde a través del viento solar enormes cantidades de Helio 3 que, cuando alcanzan la ionosfera terrestre, se desintegran sin solución de continuidad.Por el contrario, y dada su ausencia de cubierta gaseosa protectora, en la superficie lunar se acumulan densas concentraciones del valioso isótopo.
Una vez localizada la materia prima, cabe pensar en el método de transporte más plausible para, después de una empresa costosa y difícil de extracción y acondicionamiento del gas, traerla a la Tierra a fin de proceder a su explotación.Es en ambas fases, el proceso de extracción y transporte, donde se presentan graves inconvenientes que precisan de años de análisis e investigación para conseguir resultados que permitan abordar tamaña empresa.
Como era de esperar, tanto rusos como norteamericanos se hallan a la cabeza de las investigaciones encaminadas a la futura explotación de yacimientos mineros allende las fronteras terrestres.Y llegados a este punto, se plantean varios complejos interrogantes para los cuales no deberían caber evasivas.¿Reemplazará la misión lunar el obsoleto papel protagonizado por ambas potencias mundiales durante más de 50 años de guerra fría?.Más grave aun es pensar sobre la omnipotencia del ser humano para interactuar, modificar y explotar en beneficio propio la superficie de un cuerpo astral como es nuestro satélite.¿Es aceptable moralmente la autoaquiescencia de sabernos únicos seres vivos inteligentes del sistema solar para aprovechar recursos fuera de nuestro alcance inmediato?.Ante tales cuestiones se siente un acentuado vértigo, el que ha de enfrentar a la humanidad ante el abismo insondable que domina el espacio sideral más allá de la exosfera terrícola.El Helio 3 es sólo el comienzo.
Saludos.
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