LAURISILVA
La isla de la Gomera, esa maravillosa perla oceánica surgida del fondo marino por obra y gracia de la actividad magmática submarina, atesora dentro de su reducido perímetro una formacion vegetal endémica, un reducto residual de un tipo de bosque que antaño, la era Terciaria, cubría extensas regiones sureñas de la Europa continental y del norte de Africa.Un paseo por el bosque de laurisilva que todavía se conserva en el Parque Nacional de Garajonay convierte al insólito visitante en un mudo espectador de una naturaleza prehistórica, cauto ante la súbita aparición imprevista de algún ser antediluviano.
Se conoce por laurisilva al conjunto de especies arbóreas de corte subtropical que componen un dosel de sempiterna verdura dentro de un entorno preferentemente húmedo y cálido.Y el laurel forma parte esencial de la composición del conglomerado arborescente, como su propio nombre indica.Adosados al laurel, prosperan el palo blanco, el viñátigo, el barbusano, el mocán incluso el madrileñizado madroño.
La laurisilva se distingue por otra particularidad adicional como lo es ese fenómeno meteorológico que se conoce como lluvia horizontal.Una elevada densidad foliácea de hojas coriáceas y lustrosas favorece la condensación de las frecuentes neblinas tropicales que abrazan las cotas más altas de la isla, creando esa emulación fidedigna del meteoro pluvial.
A la presumible belleza que puede suscitar este virginal marco, atrapado dentro de una inextricable maraña vegetal rezumante de pequeñas gotas de agua fruto de la condensación del alisio que refrescan deliciosamente la frente sudorosa del caminante, puede añadirse una salmodia gorjeante y musical que invade de manera subrepticia el sepulcral silencio que reina en la foresta.La sugestión sublimada de la inminente aparición de algún extraño ave de excelsos colores y majestuoso porte queda diluida en una no menos sorpresiva constatación de la factura humana de tan singular trino.Y es que el silbo gomero constituye otro endemismo natural de índole etnográfica.Silbo y Laurisilva son sólo dos fenomenales alicientes para conocer los aires canarios que se respiran en esta coqueta isla.
Saludos.
Se conoce por laurisilva al conjunto de especies arbóreas de corte subtropical que componen un dosel de sempiterna verdura dentro de un entorno preferentemente húmedo y cálido.Y el laurel forma parte esencial de la composición del conglomerado arborescente, como su propio nombre indica.Adosados al laurel, prosperan el palo blanco, el viñátigo, el barbusano, el mocán incluso el madrileñizado madroño.
La laurisilva se distingue por otra particularidad adicional como lo es ese fenómeno meteorológico que se conoce como lluvia horizontal.Una elevada densidad foliácea de hojas coriáceas y lustrosas favorece la condensación de las frecuentes neblinas tropicales que abrazan las cotas más altas de la isla, creando esa emulación fidedigna del meteoro pluvial.
A la presumible belleza que puede suscitar este virginal marco, atrapado dentro de una inextricable maraña vegetal rezumante de pequeñas gotas de agua fruto de la condensación del alisio que refrescan deliciosamente la frente sudorosa del caminante, puede añadirse una salmodia gorjeante y musical que invade de manera subrepticia el sepulcral silencio que reina en la foresta.La sugestión sublimada de la inminente aparición de algún extraño ave de excelsos colores y majestuoso porte queda diluida en una no menos sorpresiva constatación de la factura humana de tan singular trino.Y es que el silbo gomero constituye otro endemismo natural de índole etnográfica.Silbo y Laurisilva son sólo dos fenomenales alicientes para conocer los aires canarios que se respiran en esta coqueta isla.
Saludos.
Etiquetas: Herbolario, Maravillas, Panorama
4 Comments:
Leyendo esto en lunes, prisionera en un despacho con vistas al INEM, el ansia de escapar a esos bosques umbrios me invade.
Lula:
Supongo que eres prisionera porque así lo quieres...
Si buscas bosques umbríos, ya sabes que en nuestra amada tierra no suelen abundar...
Agur.
PD: No conocía tu vis dramática...
Respecto a mi bis dramática, mi marido me llamaba Sófocles en mi juventud, eso lo dice todo.
Con el tiempo he derivado a la comedia pero el que tuvo, retuvo
Has pasado del drama a la comedia sin solución de continuidad...Supongo que la situación se presta para el melodrama...claro que dicen que las penas, con pan, son menos penas...
Agur.
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