SAN SALVADOR DE CANTAMUDA
Es Palencia una de esas provincias españolas que para demasiada gente sólo existe en los mapas de carreteras, encajonada entre las estribaciones de las escarpadas montañas cantábricas y las extensas llanuras de la submeseta norte más allá de la ribera del Duero, reducida a un secular olvido producto de la emigración y la despoblación.Pese al desconocimiento colectivo, Palencia puede lucir orgullosamente la herencia de un glorioso pasado que se identifica inexcusablemente con una fecunda producción cerealista que le permitió ostentar el honorífico título de granero de Hispania.
Releguemos por un instante la feraz Tierra de Campos y sus vacceos nativos, busquemos las fuentes del Pisuerga y del Carrión, encaminemos nuestros pasos hacia las comarcas cántabras.Y detengámonos antes de cruzar el límite provincial y autonómico para dirigirnos a un coqueto villorrio que recibe al viandante con sus mejores galas simbolizadas por la sugerente silueta de su iglesia románica.
Fundada inicialmente en 1123, fecha acreditada documentalmente, la colegiata de San Salvador de Cantamuda constituye un bello exponente del románico palentino.Presenta planta de cruz latina con una sóla nave y tres ábsides semicirculares que transmiten una armonía impropia del estilo imperante en su época.Su espadaña exterior pasa por ser una de las más hermosas del románico hispánico.Y como curiosidad, la mesa del altar se sostiene mediante una serie de 7 delicadas columnas con fustes labrados y capiteles con decoración geométrica o vegetal.
A veces, pequeñas joyas de incalculable valor aguardan la llegada del osado descubridor.Lo único que se precisa en una pizca de ilusión y entusiasmo.Y un aplazamiento de las prisas, que siempre fueron malas consejeras.Seguro que Palencia esconde numerosas joyas.San Salvador de Cantamuda se puede considerar un refulgente rubí.
Saludos.
Releguemos por un instante la feraz Tierra de Campos y sus vacceos nativos, busquemos las fuentes del Pisuerga y del Carrión, encaminemos nuestros pasos hacia las comarcas cántabras.Y detengámonos antes de cruzar el límite provincial y autonómico para dirigirnos a un coqueto villorrio que recibe al viandante con sus mejores galas simbolizadas por la sugerente silueta de su iglesia románica.
Fundada inicialmente en 1123, fecha acreditada documentalmente, la colegiata de San Salvador de Cantamuda constituye un bello exponente del románico palentino.Presenta planta de cruz latina con una sóla nave y tres ábsides semicirculares que transmiten una armonía impropia del estilo imperante en su época.Su espadaña exterior pasa por ser una de las más hermosas del románico hispánico.Y como curiosidad, la mesa del altar se sostiene mediante una serie de 7 delicadas columnas con fustes labrados y capiteles con decoración geométrica o vegetal.
A veces, pequeñas joyas de incalculable valor aguardan la llegada del osado descubridor.Lo único que se precisa en una pizca de ilusión y entusiasmo.Y un aplazamiento de las prisas, que siempre fueron malas consejeras.Seguro que Palencia esconde numerosas joyas.San Salvador de Cantamuda se puede considerar un refulgente rubí.
Saludos.
Etiquetas: Delineaciones, Panorama
3 Comments:
Vaya :)!! Este fin de semana estuve yo por esta misma zona y descubrí esta iglesia :) Magnífica :) Un saludo.
Por cierto, si vais allá más que recomendable comer en una pequeña venta que está en el mismo cruce de entrada al pueblo, un viaje en el tiempo más que agradable :)
moe:
Me alegro de que te haya gustado.Es una iglesia muy coqueta y la zona es realmente pintoresca.
Gracias por la info de la venta, la tendremos en cuenta.
Saludos.
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