LOSING MY RELIGION
Michael Stipe y sus chicos, REM para más señas, destaparon el tarro de las esencias musicales en el año 1991 cuando lanzaron al mercado uno de esos temas, asociados indisolublemente a sus creadores, que les catapultó a una merecida fama, concretamente Losing My Religion.A la alta calidad de la base instrumental se debe añadir un profundo lirismo que se desprende de su cuidada letra.Comienza la canción nada menos que así:
Life is bigger
It's bigger than you
And you are not me
The lengths that I will go to
The distance in your eyes
Oh no I've said too much
I set it up
La vida es más grande.Más grande que tú.Y tú no eres yo.Sólo se necesitan tres frases para concentrar la esencia de la existencia humana.Afortunadamente, la sabiduría es grande, sublime, refulgente, accesible.Y REM hace gala de ella.
Volviendo de los cerros de Úbeda, esos cerros hollados por interminables hileras de feraces olivos que se pierden en la distancia, quiero hablar de esa pérdida de mi religión a la que REM se refiere en el título de su tema.Supongo que, al igual que el 100 % de la población española nativa nacida en aquellos ya lejanos tiempos del desarrollismo y el primer baby-boom y en épocas anteriores, me nacieron católico por obra y gracia del cura de mi pueblo que osó mojar mi nuca con el agua de la fuente, desconozco si estaba fría o caliente.Una condición que expresamente no puedo afirmar me haya abandonado, al menos documentalmente.Para la Iglesia Católica sigo siendo un miembro, no muy fervoroso todo hay que decirlo, de la pacífica grey cristiana, a pesar de que en mi fuero interno me encuentro lejos, muy lejos de cualquier creencia religiosa institucionalizada.
Se puede decir que he perdido mi religión, aunque realmente nunca tuve conciencia de posesión o pertenencia, durante el paso de la adolescencia y la pubertad a la juventud.Llega un momento en la vida en el que una persona va adquiriendo la dimensión real del mundo que nos rodea y en mi caso, se produjo la ruptura de ciertos sacrosantos clichés de la infancia, siendo la fe religiosa uno de ellos.Un cisma que me supuso un cierto trauma causado por la viva impresión de haberme sentido engañado hasta ese momento y que cooperó en la dilapidación del benéfico concepto que conservaba de la Iglesia Católica.
Desde la frialdad que otorga la distancia, instalado en la plena madurez, y observando la evolución de la institución terrenal del Dios cristiano, me temo que la situación actual se sigue prestando inopinadamente a la pérdida de la religión por parte de una buena parte de sus feligreses, si es que ellos se plantean ciertas preguntas.Aunque tal vez cada uno pueda sostener que profesa su propia religión.Mi religión, tu religión.¿Habeis perdido vuestra religión?.
Saludos.
Life is bigger
It's bigger than you
And you are not me
The lengths that I will go to
The distance in your eyes
Oh no I've said too much
I set it up
La vida es más grande.Más grande que tú.Y tú no eres yo.Sólo se necesitan tres frases para concentrar la esencia de la existencia humana.Afortunadamente, la sabiduría es grande, sublime, refulgente, accesible.Y REM hace gala de ella.
Volviendo de los cerros de Úbeda, esos cerros hollados por interminables hileras de feraces olivos que se pierden en la distancia, quiero hablar de esa pérdida de mi religión a la que REM se refiere en el título de su tema.Supongo que, al igual que el 100 % de la población española nativa nacida en aquellos ya lejanos tiempos del desarrollismo y el primer baby-boom y en épocas anteriores, me nacieron católico por obra y gracia del cura de mi pueblo que osó mojar mi nuca con el agua de la fuente, desconozco si estaba fría o caliente.Una condición que expresamente no puedo afirmar me haya abandonado, al menos documentalmente.Para la Iglesia Católica sigo siendo un miembro, no muy fervoroso todo hay que decirlo, de la pacífica grey cristiana, a pesar de que en mi fuero interno me encuentro lejos, muy lejos de cualquier creencia religiosa institucionalizada.
Se puede decir que he perdido mi religión, aunque realmente nunca tuve conciencia de posesión o pertenencia, durante el paso de la adolescencia y la pubertad a la juventud.Llega un momento en la vida en el que una persona va adquiriendo la dimensión real del mundo que nos rodea y en mi caso, se produjo la ruptura de ciertos sacrosantos clichés de la infancia, siendo la fe religiosa uno de ellos.Un cisma que me supuso un cierto trauma causado por la viva impresión de haberme sentido engañado hasta ese momento y que cooperó en la dilapidación del benéfico concepto que conservaba de la Iglesia Católica.
Desde la frialdad que otorga la distancia, instalado en la plena madurez, y observando la evolución de la institución terrenal del Dios cristiano, me temo que la situación actual se sigue prestando inopinadamente a la pérdida de la religión por parte de una buena parte de sus feligreses, si es que ellos se plantean ciertas preguntas.Aunque tal vez cada uno pueda sostener que profesa su propia religión.Mi religión, tu religión.¿Habeis perdido vuestra religión?.
Saludos.
4 Comments:
No tengo sentimiento de pérdida. Más bien me la sacudí de encima, que me estaba dando mucho por culo.
Ahora, como buena renegada, soy anticlerical y me parece que esto de la Iglesia Católica es inmoral, pornográfico, hipócrita y mil cosas más. Pero no le voy a dar el gusto de perder líneas en ellos.
Besos, joven.
Ana:
Se suele afirmar que tanto los conversos como los renegados, que son dos caras de lo mismo, se convierten en los más enconados detractores de aquello que dejaron atrás...Yo no soy partidario de ser antagonista de nada ni de nadie, me decantaría por una posición mucho más crítica de todas y cada una de las religiones, esos primitivos modelos de alienación humana que todavía siguen plenamente vigentes.
Besos recibidos con inmensa gratitud.Te los devuelvo multiplicados, jovena.
Agur.
Tiene usted mucha razón, caballero. Y en cualquier tertulia cervecera o cafetera, esa sería la postura que yo adoptaría, dándole incluso un toque antropológico, y tal, buscando los orígenes y su evolución posterior, y tal y tal. Pero mire usted, mi posición personal y visceral es de anticlericalismo radical. No puedo remediar cabrearme profundamente cuando me acuerdo de mis monjas diciéndome que mirarme cuando me ducho es pecado, que ir a la piscina es pecado...pero resulta que no era pecado mentir miserablemente. Joder, eso no es serio. Y todo lo que huela a hábito o sotana...pues lejitos, oiga. Y que conste que me gano la vida poniendo diapositivas de muchas, muchas iglesias, pintura sacra y no sacra y todo eso. Pero lo uno no quita lo otro.
Dése usted por osculeado otra vez, ya que vengo, le dejo firma.
Ana, eso que dice está fuera de duda, comparto esa visión crítica sobre el estamento monacal, regido por una hipocresía redimida por el perdón de los pecados...
Eso de las diapositivas suena tremendamente interesante, se debe usted divertir la tira hablando de catedrales, frescos y arquivoltas...En cierto modo, la envidio...sanamente, se entiende...
Nos estamos acostumbrando a osculear bidireccionalmente y empiezo a pensar que esto podría ser el comienzo de una buena amistad...Aunque suene a frase hecha...
Le digo como a más de uno/a que ha pasado y pasa por aquí...por qué no llegó antes a este su blog amigo? Sus aportaciones siempre serán bien recibidas...
Besos con acuse de recibo.
Agur.
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