RIOS DE HIELO

El agua constituye un poderoso agente modelador del paisaje que se presenta normalmente a través de su morfología líquida.En ciertos ambientes climáticos caracterizados por unos gradientes térmicos siempre por debajo de los 0 grados centígrados, la cornisa ártica, la Antártida, entornos alpinos como Himalaya, Alpes, Andes, Rocosas o Caúcaso, el hielo es protagonista principal en la modificación del entorno.

Los glaciares o ríos de hielo permaneces hoy como antiguas reliquias de remotas glaciaciones, épocas de bajas temperaturas generalizadas en todo el globo terráqueo, que ocupaban vastas extensiones de la superficie terrestre.El cambio climático inducido por la actividad humana junto con el nocivo efecto invernadero y el progresivo crecimiento del agujero de ozono de la atmósfera terrestre, han coadyuvado a un retroceso imparable de los glaciares del planeta, tendencia que amenaza con la desaparición a medio plazo de uno de los fenómenos naturales más grandiosos.

Podemos seguir las huellas que dejaron aquellos antiguos glaciares en el paisaje en forma de los característicos valles en U testigos del lento avance del hielo, como por ejemplo el valle de Ordesa, señorial y espectacular donde los haya.Y asimismo podemos asistir a la contemplación de los escasos glaciares que se mantienen estables, observar las profundas grietas en el hielo, un hielo que puede datarse con una antigüedad de miles de años, recorrer su gélido lomo hasta su morrena terminal o asistir impávidos al dramático y estruendoso derrumbamiento de las paredes de un glaciar al encontrarse con el agua de un lago.

Las previsiones climáticas adversas predicen un nefasto desenlace para los últimos glaciares del planeta.Todavía estamos a tiempo de presenciar sus postreros coletazos, aunque me temo que el fin de los glaciares está escrito con tinta indeleble.Perito Moreno? Suena bien, bien podría valer como una excelente excusa.

Agur.