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martes, enero 24, 2006

AQUELARRE

Desde que el primer Homo Sapiens holló con sus pisadas la superficie del globo terráqueo, empezó a desarrollar capacidades propias de un especímen tan altamente evolucionado y no tardó demasiado tiempo en empezar a solicitar respuestas a la multitud de extraños fenómenos que se producían en su mundo cercano.De la necesidad de encontrar soluciones a tales interrogantes nacen los primitivos mitos, que todavía hoy se pueden vislumbrar en sociedades tribales, como expresión sobrenatural de los sucesos que exceden la comprensión humana.

Y al hilo de los mitos y las incipientes deidades como materialización consciente de los mismos, aparece la figura del representante de la colectividad depositario de la labor de enlace con la divinidad.Podemos encontrar tal figura en todas y cada una de las antiguas civilizaciones que en el mundo han sido, desde los barbados sumerios hasta los exóticos mayas, pasando por los rudos celtas de la Galia.Chamán, druida, sacerdote, profeta, hechicero, brujo, son las diferentes acepciones que definen con precisión el alto cometido asignado a tales emblemas por sus respectivas sociedades.Cometido que indefectiblemente se asignaba al sexo masculino.

Sin embargo, también existieron figuras femeninas equivalentes como sacerdotisas, sibilas, brujas, meigas, hadas, aunque eventualmente siempre se han considerado figuras menores, en algunos casos marginales, reliquias del antiquísimo culto a la Magna Mater, la diosa madre a partir de la cual todos hemos sido creados y que fue relegada a un segundo plano tras la imposición de la sociedad patriarcal sobre la primitiva concepción matriarcal.

Aquelarre es un vocablo de origen euskérico (aker = macho cabrío; larre = campo) que se usa para referirse a una asamblea de brujas reunidas para realizar sus macabros conjuros y perpetrar sus escandalizantes tropelías.Las brujas aparecen en el folklore ibérico en plena Edad Media, esa edad oscura de temor a Dios y feudalismo campante, y alcanzan su apogeo protagónico en los nefastos tiempos de la Santa Inquisición, hasta su práctica erradicación a lo largo de los siglos XVII y XVIII.Numerosas mujeres acusadas de brujería purgaron sus temerarias prácticas esotéricas con su propia vida, entregada a la depuración por el brazo secular dirigido por inquisidores de medio pelo, cuando no calvos.

Anatematizadas por decretos eclesiásticos, las brujas han permanecido asociadas a cruentas prácticas e identificadas con la barroca figura del maligno, al cual invocan y del cual intentan obtener su favor a fin de llevar a cabo sus aviesas intenciones.Como siempre, la realidad es mucho más prosaica y simple que las fabulaciones urdidas interesadamente por determinados estamentos dotados de plenos poderes sobre la vida y la muerte ajenas.
La bruja no es ni más ni menos que la heredera intemporal del antiguo culto a la Magna Mater, a la Tierra como creadora de la vida sobre el planeta y sus rituales son reminiscencias de olvidadas prácticas encaminadas a mantener una comunicación con el corazón latente de la vida en nuestro mundo.Mujeres normalmente mucho más libres que el resto de sus congéneres que se negaban obstinadamente a mantener el precario rol al que habían sido reducidas por la sociedad patriarcal comandada por el sexo masculino.Precursoras de un orden que todavía tardaría siglos en ser restablecido que pagaron el precio de su preciosa vida a cambio de sus ambiciones libertarias.

Nunca ví bruja surcando el cielo montada en su escoba a reacción, ni tampoco percibí la presencia etérea de una silueta humana danzando alegremente bajo la luz de la luna llena, pero como bien dicen esos supersticiosos de pro del noroeste peninsular, haberlas, haylas.Y yo añado, es una pena que no se dejen ver más a menudo.Y que no me dejen participar de sus juegos.

Saludos.

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2 Comments:

Blogger Galufante said...

Carlitos:

Los deberes están hechos.
Ahora te puedes reir, si quieres...O nos reimos juntos, vamos...

Agur.

10:33 a. m., enero 24, 2006  
Blogger Leodegundia said...

Después de las brutalidades a que fueron sometidas ¿crees que alguna osará asomar el focico y reconocer públicamente que es bruja?.
Además seguro que les impondrían buenos impuestos por contaminar con la escoba voladora.
Un saludo

5:04 p. m., enero 24, 2006  

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