ZEJEL

No cabe duda de que los más de 800 años de presencia musulmana en este solar ahora llamado España han dejado su poso particular en todos los niveles de la sociedad desde la cultura hasta la agricultura pasando por la lengua y por la arquitectura.Es algo de lo que debemos sentirnos internamente orgullosos, pues somos un compendio de todos aquellos que nos han precedido en el tiempo, para lo bueno y para lo malo.

Hubo un tiempo de luchas intestinas mal llamado Reconquista en el que los reinos cristianos de la península guerreaban contra las taifas y emiratos de corte islámico en pugna por la posesión y la recuperación de sus dominios para la bandera de la cristiandad.Al mismo tiempo, se producía una apacible convivencia de personas adscritas a los tres credos monoteístas dentro de las ciudades y villas de buena parte del territorio ibérico.

Es dentro de este marco de relaciones vecinales, mutuamente permeables a influencias externas, en el que nace el zéjel como expresión lírico-poética escrita en lenguaje popular de raíz andalusí.Su estructura está basada en bloques de seis versos que se componen de una copla y un estribillo según la rima siguiente a-a-b-b-b-a.Los famosos villancicos cristianos parten de una estructura similar.Es una muestra de la riqueza literaria que aportó esta fecunda simbiosis fraguada en un ambiente de sana convivencia, tiempos de juglares y trovadores.

Y mejor que nada un ejemplo de poesía popular:

Lindos ojos habéis, señora,
de los que se usaban agora.

Vos tenéis los ojos bellos,
y tenéis lindos cabellos
que matáis con solo vellos
a quien de vos se enamora.

Lindos ojos habéis, señora,
de los que usaban agora.

Saludos.