MADERA DE BOJ
Parece que Camilo José Cela, nuestro último premio Nobel de literatura, debió tener conocimiento de las virtudes de la madera de boj, no en vano este es el título de una de sus novelas más recientes.En su tierra galaica natal, se suele usar habitualmente la madera de boj en las empuñaduras de los cotidianos coutelos.No obstante, también debió verlos durante sus andanzas por la Alcarria de Guadalajara, glosadas asimismo en otra de sus conocidas obras.
Este arbusto, que raramente alcanza el porte de un árbol, es abundante en nuestro país, colonizando areas boscosas y matorrales, incluso aparece en zonas escarpadas y rocosas a las que se agarra con vigor.Es característico el verdor lustroso del haz de su hoja que constrasta con el verde mucho más claro del envés así como el aroma que exhala, un tanto acre aunque refrescante.
Para algunos, es una seña de identidad que nos traslada inevitablemente a paisajes hollados de evanescentes recuerdos.Olor a buje, olor a monte, olor a pueblo...
Recuerdo que en mi pueblo en la época de las fiestas patronales, se procedía a la decoración de todos aquellos elementos que formaban parte de la parafernalia festiva, carrozas, plataformas, peñas, mediante las ramas del socorrido buje.Durante varios días, el aroma del buje se apropiaba del caserío.La fiesta no era la misma sin el buje.Creo que estos hábitos no han variado con los tiempos.Esta, en particular, es una buena señal.Siempre que queden algunos ejemplares de buje para que pueda continuar.
Saludos.
Este arbusto, que raramente alcanza el porte de un árbol, es abundante en nuestro país, colonizando areas boscosas y matorrales, incluso aparece en zonas escarpadas y rocosas a las que se agarra con vigor.Es característico el verdor lustroso del haz de su hoja que constrasta con el verde mucho más claro del envés así como el aroma que exhala, un tanto acre aunque refrescante.
Para algunos, es una seña de identidad que nos traslada inevitablemente a paisajes hollados de evanescentes recuerdos.Olor a buje, olor a monte, olor a pueblo...
Recuerdo que en mi pueblo en la época de las fiestas patronales, se procedía a la decoración de todos aquellos elementos que formaban parte de la parafernalia festiva, carrozas, plataformas, peñas, mediante las ramas del socorrido buje.Durante varios días, el aroma del buje se apropiaba del caserío.La fiesta no era la misma sin el buje.Creo que estos hábitos no han variado con los tiempos.Esta, en particular, es una buena señal.Siempre que queden algunos ejemplares de buje para que pueda continuar.
Saludos.
Etiquetas: Herbolario, Terruño
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