LAICISMO
Hace apenas unos días que el guía espiritual de la comunidad budista mundial, el Dalai Lama Tenzin Gyatso, congregaba a un ávido auditorio en Barcelona para defender una educación moral de valores y derechos humanos asentada sobre el laicismo, desechando cualquier influencia religiosa que pueda enturbiar la perfecta asunción de esos valores universales, que no son por antonomasia propiedad ni exclusividad de ningún credo.
A pesar de que nuestra joven democracia se declara taxativamente laica, respetuosa con las diversas opciones religiosas existentes, la realidad indica que la Iglesia, esa poderosa institución representativa del Dios cristiano en suelo terrenal, todavía sigue manteniendo una posición preponderante y un predicamento y una voz destacables en cuanto a lo que toca a ciertos temas en los que Estado y religión pueden colisionar, dada la idiosincrasia del catolicismo imperante.Al hilo de la enseñanza próxima de la asignatura Educación para la ciudadanía, la Iglesia y su aparato se han puesto decididamente del lado de los que la denostan por la manipulación encubierta de las conciencias infantiles que afirman persigue el Estado con su lanzamiento docente.
Quizás sea un tanto excesivo que tal asignatura sea de carácter obligatorio, aunque, ante la voluntaria renuncia de los padres respecto a la educación de sus vástagos, no estimo malsano que sea el Estado el que supla ese déficit educacional, siempre que los contenidos sean fieles a ese respeto, tolerancia y conciencia social que dicen predicar.Por otro lado, es suficiente una sucinta muestra de las declaraciones del respetable sabio azafranado y de los austeros hombres de sotana y alzacuellos de la Conferencia Episcopal para situar a cada uno dentro de su justo contexto.El uno habla de laicismo, los otros hablan de monopolio de conciencias.Como si la conciencia sólo pudiera ser su divino monopolio.Agradezco al Dalai Lama esas palabras llenas de sabiduría que me ayudan a superar un atávico horror a lo que me inculcaron de niño sobre ese tenebroso mundo infernal al que parezco destinado.Sinceramente, ejercerán como un bálsamo medicinal durante mi prolongada estancia por tales comarcas.A los de la sotana, cero patatero.
Saludos.
A pesar de que nuestra joven democracia se declara taxativamente laica, respetuosa con las diversas opciones religiosas existentes, la realidad indica que la Iglesia, esa poderosa institución representativa del Dios cristiano en suelo terrenal, todavía sigue manteniendo una posición preponderante y un predicamento y una voz destacables en cuanto a lo que toca a ciertos temas en los que Estado y religión pueden colisionar, dada la idiosincrasia del catolicismo imperante.Al hilo de la enseñanza próxima de la asignatura Educación para la ciudadanía, la Iglesia y su aparato se han puesto decididamente del lado de los que la denostan por la manipulación encubierta de las conciencias infantiles que afirman persigue el Estado con su lanzamiento docente.
Quizás sea un tanto excesivo que tal asignatura sea de carácter obligatorio, aunque, ante la voluntaria renuncia de los padres respecto a la educación de sus vástagos, no estimo malsano que sea el Estado el que supla ese déficit educacional, siempre que los contenidos sean fieles a ese respeto, tolerancia y conciencia social que dicen predicar.Por otro lado, es suficiente una sucinta muestra de las declaraciones del respetable sabio azafranado y de los austeros hombres de sotana y alzacuellos de la Conferencia Episcopal para situar a cada uno dentro de su justo contexto.El uno habla de laicismo, los otros hablan de monopolio de conciencias.Como si la conciencia sólo pudiera ser su divino monopolio.Agradezco al Dalai Lama esas palabras llenas de sabiduría que me ayudan a superar un atávico horror a lo que me inculcaron de niño sobre ese tenebroso mundo infernal al que parezco destinado.Sinceramente, ejercerán como un bálsamo medicinal durante mi prolongada estancia por tales comarcas.A los de la sotana, cero patatero.
Saludos.
Etiquetas: Ámbito social, Credos, Polémicas
4 Comments:
Como que a mí, ateo recalcitrante, me entran ganas de convertirme al budismo...
Hormigo:
Creo que la enseñanza que se debe sacar de lo que quiso decir el Dalai es que, sencillamente, no es necesario convertirse en nada...como no sea en uno mismo...
Agur.
lo ideal es creer en uno mismo...si se puede...
Demo:
Al menos es lo más razonable...aunque a veces cuesta...
Agur.
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