NAICA
Que el subsuelo terrestre cobija todo tipo de maravillas no es ninguna novedad a estas alturas de la historia humana.Y al mismo tiempo que se van catalogando flamantes novedades subterráneas, se siguen descubriendo milagrosos fenómenos geológicos que provocan el asombro general.En el año 2000, bajo el ardiente desierto mexicano de Chihuahua se localizó, en una cavidad inédita, conocida desde entonces con el indicativo nombre de la Cueva de los Cristales, a casi 300 metros de profundidad enclavada dentro de un gigantesco complejo minero conocido como Naica, la geoda más grande que ojo humano haya podido ver jamás.
Se trata de una cueva totalmente revestida por inmensos cristales de selenita, yeso en estado purísimo, que contradicen las teorías contemporáneas acerca del tamaño máximo de un cristal.Unas extremas condiciones térmicas, cerca de 50 º C y una humedad relativa rondando el 100 %, han permitido la formación de estos macro-cristales como consecuencia del contacto entre aguas termales a alta temperatura y aguas exteriores más frías y ricas en oxígeno.
Bajo tales condiciones ambientales, el ser humano sólo puede permanecer sin grave riesgo para su salud hasta 10 minutos en la cueva, no sin sudar copiosamente y respirando entrecortadamente.Seguramente, nunca tendremos la suerte de experimentar esa opresiva sensación de ahogo ante el brillo refulgente de la selenita.Nos contentaremos, pues, con excelentes instantáneas de otros que sí han corrido el riesgo mencionado.
Saludos.
Se trata de una cueva totalmente revestida por inmensos cristales de selenita, yeso en estado purísimo, que contradicen las teorías contemporáneas acerca del tamaño máximo de un cristal.Unas extremas condiciones térmicas, cerca de 50 º C y una humedad relativa rondando el 100 %, han permitido la formación de estos macro-cristales como consecuencia del contacto entre aguas termales a alta temperatura y aguas exteriores más frías y ricas en oxígeno.
Bajo tales condiciones ambientales, el ser humano sólo puede permanecer sin grave riesgo para su salud hasta 10 minutos en la cueva, no sin sudar copiosamente y respirando entrecortadamente.Seguramente, nunca tendremos la suerte de experimentar esa opresiva sensación de ahogo ante el brillo refulgente de la selenita.Nos contentaremos, pues, con excelentes instantáneas de otros que sí han corrido el riesgo mencionado.
Saludos.
Etiquetas: Maravillas, Panorama, Sustrato
2 Comments:
¡Qué cosa tan hermosa! Cuantas sorpresas nos depara aún nuestra cercana y desconocidad Madre Tierra.
Zorro:
Cierto, cierto...conocerás los Enebralejos, no???
Agur.
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