ENJOY THE SILENCE
Dentro de una nueva entrega en la serie de episodios recopilados dentro de mi atestada colección de recuerdos, esos viejos fantasmas que vuelven a asomarse a la ventana cibernética que brinda este balcón virtual, deseo rememorar uno de los más grandes temas de un grupo británico que despuntó a finales de los 80 y que sigue ofreciendo muestras de su feraz producción musical todavía, un logro que se encuentra al alcance de muy pocos.Depeche Mode pasará a engrosar los anales de la música pop mundial por méritos propios.
Encorsetado dentro de una familia musical popularmente conocida como tecno-pop, Depeche Mode desarrolla una base rítmica eminentemente rellenada mediante sonidos electrónicos creados por sintetizadores y cajas de ritmo que confieren a sus melodías ese característico e inconfundible estilo que identifica al grupo.Allá por el año 1990 se publicó su single Enjoy the Silence, que cosechó una calurosa acogida entre sus acérrimos adeptos y llegó a convertirse en un éxito de ventas.
Habla Depeche Mode acerca de la futilidad y volatilidad de la palabra en detrimento del sentimiento, de la emotividad que reina dentro de nuestro universo interior.Y si me pongo a pensar, algo que no garantiza la consecución de la certeza absoluta ni falta que hace, en cierto modo empatizo con los postulados depechianos.
Mi reflexión al respecto no se centra sobre la aparente superioridad del pensamiento sobre la palabra, algo con lo que realmente no comulgo, sino más bien sobre la placidez que se obtiene del silencio autoimpuesto, alejado de ruidos distorsionadores y molestas interferencias que mantienen la apariencia de un agitado y frenético ritmo de vida acorde a los tiempos que nos ha tocado vivir.
Y desde ese punto de vista, no puedo compartir esa extendida afición del transeúnte típico a endosarse esos torturantes cascos dentro de los orificios auriculares.Puedo elucubrar en torno a un cerval miedo a escuchar los demonios que anidan en nuestro recóndito interior o sobre como soportar y obtener provecho de una rutina que positivamente sabemos que no colma nuestras aspiraciones.Por mi parte tengo muy claro que exijo una nítida percepción sensorial del mundo que nos rodea y bajo ningún concepto me pliego a los usos que conllevan un filtrado más o menos traslúcido aplicado conscientemente a todo el cúmulo de sensaciones que recibimos del exterior.
Aditamentos tan corrientes como los mentados cascos, las omnipresentes gafas de sol, los fuertes aromas de los suntuosos perfumes, guantes, ketchups o gorros permanecen en un ostracismo del que no deseo sean rescatados.Mi silencio es la ausencia de silencio para esos numerosos adeptos de los minicascos mañaneros.Y no envidio el suyo, creanme.
Words like violence
Break the silence
Come crashing in
Into my little world
Painful to me
Pierce right through me
Can't you understand
Oh my little girl
All I ever wanted
All I ever needed
Is here in my arms
Words are very unnecessary
They can only do harm
Vows are spoken
To be broken
Feelings are intense
Words are trivial
Pleasures remain
So does the pain
Words are meaningless
And forgettable
All I ever wanted
All I ever needed
Is here in my arms
Words are very unnecessary
They can only do harm
Saludos.
PD: Empieza a cansarme esta trasnochada costumbre de BLOGGER de no permitirme añadir imágenes.Se agradecerán informaciones útiles sobre como sortear este burdo filtro cuya motivación desconozco.
Encorsetado dentro de una familia musical popularmente conocida como tecno-pop, Depeche Mode desarrolla una base rítmica eminentemente rellenada mediante sonidos electrónicos creados por sintetizadores y cajas de ritmo que confieren a sus melodías ese característico e inconfundible estilo que identifica al grupo.Allá por el año 1990 se publicó su single Enjoy the Silence, que cosechó una calurosa acogida entre sus acérrimos adeptos y llegó a convertirse en un éxito de ventas.
Habla Depeche Mode acerca de la futilidad y volatilidad de la palabra en detrimento del sentimiento, de la emotividad que reina dentro de nuestro universo interior.Y si me pongo a pensar, algo que no garantiza la consecución de la certeza absoluta ni falta que hace, en cierto modo empatizo con los postulados depechianos.
Mi reflexión al respecto no se centra sobre la aparente superioridad del pensamiento sobre la palabra, algo con lo que realmente no comulgo, sino más bien sobre la placidez que se obtiene del silencio autoimpuesto, alejado de ruidos distorsionadores y molestas interferencias que mantienen la apariencia de un agitado y frenético ritmo de vida acorde a los tiempos que nos ha tocado vivir.
Y desde ese punto de vista, no puedo compartir esa extendida afición del transeúnte típico a endosarse esos torturantes cascos dentro de los orificios auriculares.Puedo elucubrar en torno a un cerval miedo a escuchar los demonios que anidan en nuestro recóndito interior o sobre como soportar y obtener provecho de una rutina que positivamente sabemos que no colma nuestras aspiraciones.Por mi parte tengo muy claro que exijo una nítida percepción sensorial del mundo que nos rodea y bajo ningún concepto me pliego a los usos que conllevan un filtrado más o menos traslúcido aplicado conscientemente a todo el cúmulo de sensaciones que recibimos del exterior.
Aditamentos tan corrientes como los mentados cascos, las omnipresentes gafas de sol, los fuertes aromas de los suntuosos perfumes, guantes, ketchups o gorros permanecen en un ostracismo del que no deseo sean rescatados.Mi silencio es la ausencia de silencio para esos numerosos adeptos de los minicascos mañaneros.Y no envidio el suyo, creanme.
Words like violence
Break the silence
Come crashing in
Into my little world
Painful to me
Pierce right through me
Can't you understand
Oh my little girl
All I ever wanted
All I ever needed
Is here in my arms
Words are very unnecessary
They can only do harm
Vows are spoken
To be broken
Feelings are intense
Words are trivial
Pleasures remain
So does the pain
Words are meaningless
And forgettable
All I ever wanted
All I ever needed
Is here in my arms
Words are very unnecessary
They can only do harm
Saludos.
PD: Empieza a cansarme esta trasnochada costumbre de BLOGGER de no permitirme añadir imágenes.Se agradecerán informaciones útiles sobre como sortear este burdo filtro cuya motivación desconozco.
Etiquetas: Ámbito social, Musicalia
6 Comments:
Me gusta mucho esa canción.
Y también estoy COM PLE TA MEN TE de acuerdo en que hay que ir a pecho descubierto a ver, oler, oir y demás, excepción hecha de las gafas de sol, sin las cuales mis pobres ojillos lloran desconsoladamente, por muy contenta que yo esté.
Y ni idea de lo que pasa con las imágenes...yo pongo muy pocas y no me suelen dar guerra.
Haz un dibujo, para compensar! :)
Un beso, paisanín.
Anita:
Autenticidad ante todo, verdad paisa???
Yo pensaba poner hoy una foto en la salgo bastante favorecido luciendo el famoso bikini de marras, pero está visto que estos de blogger han debido leerme el pensamiento...en fin, vosotras sois las perjudicadas...
Agur.
Oye, que si es por eso, manda la foto y ya la cuelgo yo en el mío, no te reprimas que eso da dolor de tripa y acné...
Autenticidad, yo creo que es la madre del cordero, ahora que todos quieren aparentar más, jugar a ser cualquier cosa menos lo que realmente se es...habría que volver a los orígenes, que estamos muuu tontos. Pero mucho. Menos accesorios de la Barbie y más torreznos, hombre.
Un beso, amiguito.
Anita:
Procedo a suscribir tu amable invitación y espero que cumplas con tu promesa...Si tienes el cutis delicado, no tienes por qué revelar la identidad del irrevente damnificado...
Te sobra razón, vivimos inmersos dentro del mundo de las apariencias, simulando un bienestar artificial sobredimensionado que se cuantifica en función de la posesión de bienes materiales en gran medida superfluos y vacuos...
Más torreznos y más gachas, que demontres¡¡¡
Besos, paisana.
Agur.
Hala pues, Galu, déjate de suscripciones y manda la foto, que te hago un post la mar de mono para acompañarla.
Lo del cutis es en el caso de que se reprima uno, pero no, yo procuro evitarlo.
Un beso, y buen finde.
Confío en tí, paisana...allá que te va..
Agur.
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