HIERBA MILAGROSA
Recientes estudios científicos han demostrado que los bosques lluviosos tropicales constituyen un venerable santuario que atesora una variada gama de ejemplares vegetales considerada como la reserva farmaceútica más feraz de la Tierra.Una constatación real de la suprema dependencia humana del medio natural en el que se desenvuelve.
El registro botánico de especies vegetales aprovechables de manera curativa se amplía día a día.Nuevos principios activos se descubren en plantas médicamente desconocidas que se pueden aplicar en la erradicación de enfermedades tan letales como el cáncer o el SIDA.Para este tipo de dolencias fatales, la panacea puede encontrarse entre una de esas matas que pueblan el dosel del bosque lluvioso.
A menor escala, dentro del entorno rural, se ha transmitido de generación en generación el conocimiento de esas apetecidas hierbas campestres que tan efectivas se demuestran ante dolores y males cotidianos, como el generalizado dolor de cabeza o el estreñimiento.Ese apego al terruño y la experta y paciente contemplación de la naturaleza circundante ha permitido la divulgación popular de numerosos remedios caseros cuya materia prima indispensable se obtiene de la flora autóctona.
Todo esto viene a colación de un popular remedio para eliminar verrugas cutáneas, esas repulsivas excrecencias que aparecen cuando y donde menos te lo esperas y que son tremendamente contagiosas.Resulta que en rincones umbríos, al borde de los caminos o brotando de grietas en las paredes vegeta una vivaz plantilla de la familia de las euforbiáceas, Euphorbia helioscopia, de color verdoso claro que segrega a través de su tallo un látex lechoso blanquecino que, aplicado uniformemente sobre la verruga a desecar durante un período de tiempo continuado, consigue difuminar esa deformación oblonga y fofa de la piel.
Claro que la aplicación del látex debe reducirse a la zona afectada por el apéndice verrugoso.Parece ser que la ingestión del viscoso fluido o el untado del mismo sobre cualquier otra área sana de la piel puede producir irritación, urticaria, ardores estomacales o vómitos.Al igual que cualquier medicamento prescrito, el remedio natural posee sus contraindicaciones.Y conviene conocerlas en la misma medida que las presumibles propiedades curativas.Toxicidad y curación están separadas por una fina y permeable membrana que no conviene tensar.
Saludos.
El registro botánico de especies vegetales aprovechables de manera curativa se amplía día a día.Nuevos principios activos se descubren en plantas médicamente desconocidas que se pueden aplicar en la erradicación de enfermedades tan letales como el cáncer o el SIDA.Para este tipo de dolencias fatales, la panacea puede encontrarse entre una de esas matas que pueblan el dosel del bosque lluvioso.
A menor escala, dentro del entorno rural, se ha transmitido de generación en generación el conocimiento de esas apetecidas hierbas campestres que tan efectivas se demuestran ante dolores y males cotidianos, como el generalizado dolor de cabeza o el estreñimiento.Ese apego al terruño y la experta y paciente contemplación de la naturaleza circundante ha permitido la divulgación popular de numerosos remedios caseros cuya materia prima indispensable se obtiene de la flora autóctona.
Todo esto viene a colación de un popular remedio para eliminar verrugas cutáneas, esas repulsivas excrecencias que aparecen cuando y donde menos te lo esperas y que son tremendamente contagiosas.Resulta que en rincones umbríos, al borde de los caminos o brotando de grietas en las paredes vegeta una vivaz plantilla de la familia de las euforbiáceas, Euphorbia helioscopia, de color verdoso claro que segrega a través de su tallo un látex lechoso blanquecino que, aplicado uniformemente sobre la verruga a desecar durante un período de tiempo continuado, consigue difuminar esa deformación oblonga y fofa de la piel.
Claro que la aplicación del látex debe reducirse a la zona afectada por el apéndice verrugoso.Parece ser que la ingestión del viscoso fluido o el untado del mismo sobre cualquier otra área sana de la piel puede producir irritación, urticaria, ardores estomacales o vómitos.Al igual que cualquier medicamento prescrito, el remedio natural posee sus contraindicaciones.Y conviene conocerlas en la misma medida que las presumibles propiedades curativas.Toxicidad y curación están separadas por una fina y permeable membrana que no conviene tensar.
Saludos.
Etiquetas: Herbolario
2 Comments:
Y en cristiano alcarreño cómo osa llamarse la tal euphorbia? porque seguro que en tu pueblo y en el mío no la conocen por semejante nombre. Cuéntamelooooo, andaaaaaa!!!
Un besete!
Ana:
Supongo que seguramente la conocerás bajo la acepción de lechiterna o lechetrezna...Su látex es extremadamente ponzoñoso por aplicación directa, conozco un episodio familiar con final feliz...Y lo mal que lo pasó¡¡¡
Agur.
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