EDUCACION: GIGANTE CON PIES DE BARRO
Nos hallamos inmersos dentro de una controversia generada a raíz de la próxima aprobación de la polémica LOE(Ley Orgánica de Educación) que constituye una nueva tentativa encaminada a enderezar el patético panorama educativo del momento, algo analíticamente constatable atendiendo a rendimientos académicos y niveles de conocimiento de los actuales educandos.
Si bien es cierto que la calidad de la enseñanza ha decrecido hasta unos niveles manifiestamente mejorables, pienso que dentro de esta ecuación hemos de tener en cuenta también la incógnita representada por la grey estudiantil.
Quiero prestar más atención en este post a la educación, entendida como un conjunto de principios, valores y actitudes que sientan las bases sobre las que se deben desarrollar las capacidades de una persona, sin obviar que somos animales sociales y como tales, vivimos en sociedad, que a la enseñanza, cuestión espinosa donde las haya dada la variedad de factores que intervienen en su desenvolvimiento.
Y si hablamos de educación, estimo que es una responsabilidad que debe recaer principalmente sobre los progenitores de los niños, porque nadie mejor que los propios padres para inculcar esos valores que posibilitan la convivencia.
He percibido desde hace ya bastante tiempo una lasitud y una apatía muy corrientes en muchas familias cuando se pone sobre la mesa el tema de la educación, reacción lógica si pensamos en el modelo de sociedad que estamos generando, consumista, despreocupada, despreciando el esfuerzo, hedonista por encima de todas las cosas, pasiva, en definitiva un marco que fomenta una despreocupación desinhibida por la asunción de la responsabilidad.
Creo que es una equivocación endosar la responsabilidad de la educación de un niño al sistema educativo, más ahora que se presume una menor capacidad pedagógica por parte de aquellos que imparten la enseñanza.
Y pienso que esta renuncia voluntaria a la educación de nuestros hijos ha de pasarnos factura en un futuro no muy lejano, cuando esos niños y jóvenes de ahora deban acceder, si es que quieren hacerlo, al depredador mercado laboral y, lo que es peor, por ineludible, cuando se conviertan en adultos y deban enfrentarse a su realidad vital.
Espero que mis dotes de visionario se reduzcan a lo ya expresado.No me gustaría ser agorero en este caso particular.
Saludos.
Si bien es cierto que la calidad de la enseñanza ha decrecido hasta unos niveles manifiestamente mejorables, pienso que dentro de esta ecuación hemos de tener en cuenta también la incógnita representada por la grey estudiantil.
Quiero prestar más atención en este post a la educación, entendida como un conjunto de principios, valores y actitudes que sientan las bases sobre las que se deben desarrollar las capacidades de una persona, sin obviar que somos animales sociales y como tales, vivimos en sociedad, que a la enseñanza, cuestión espinosa donde las haya dada la variedad de factores que intervienen en su desenvolvimiento.
Y si hablamos de educación, estimo que es una responsabilidad que debe recaer principalmente sobre los progenitores de los niños, porque nadie mejor que los propios padres para inculcar esos valores que posibilitan la convivencia.
He percibido desde hace ya bastante tiempo una lasitud y una apatía muy corrientes en muchas familias cuando se pone sobre la mesa el tema de la educación, reacción lógica si pensamos en el modelo de sociedad que estamos generando, consumista, despreocupada, despreciando el esfuerzo, hedonista por encima de todas las cosas, pasiva, en definitiva un marco que fomenta una despreocupación desinhibida por la asunción de la responsabilidad.
Creo que es una equivocación endosar la responsabilidad de la educación de un niño al sistema educativo, más ahora que se presume una menor capacidad pedagógica por parte de aquellos que imparten la enseñanza.
Y pienso que esta renuncia voluntaria a la educación de nuestros hijos ha de pasarnos factura en un futuro no muy lejano, cuando esos niños y jóvenes de ahora deban acceder, si es que quieren hacerlo, al depredador mercado laboral y, lo que es peor, por ineludible, cuando se conviertan en adultos y deban enfrentarse a su realidad vital.
Espero que mis dotes de visionario se reduzcan a lo ya expresado.No me gustaría ser agorero en este caso particular.
Saludos.
Etiquetas: Ámbito social, Disección, Polémicas
2 Comments:
Por supuesto que es básico la educación en la familia, primordial. Además, se me acaba de ocurrir, la educación en valores tenía que ser preponderantemente transmitida en la familia, y la educación en conocimientos en la educación reglada. Y en ésta, expertos habrá, pero ha de ser exigente, es decir, no relajada. No tanto como la letra con sangre entra, pero sí hay que valorar el esfuerzo y tener exigencia.
Pero te doy la razón, los niños serán, de mayores, muy parecidos a como hayan visto en su casa ser a los mayores.
Un saludo.
Lehendakari:
Gracias por tu acertado comentario.
Agur.
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