LOS FASTOS NAVIDEÑOS

No acierto a descubrir las verdaderas razones que se escudan detrás de mi profunda e innata aversión a las celebraciones navideñas, aunque creo que me puedo hacer una idea aproximada.
Paso a enumerar aquellas posibles valoraciones subjetivas que pueden inclinar mi subconsciente hacia una predisposición negativa respecto a este tiempo de oropeles y zambombas:

• Felicidad por decreto: Si no eres feliz, es porque no quieres.
  
• Consumismo exacerbado: Compra, que el último paga.
  
• Hipocresía socialmente correcta: Ayudemos al que no lo necesita.
• Comunión idealizada: Por una vez, todos los españoles hacemos algo a la vez.(Mecano dixit).
• Masificación bendecida: Pasea por Preciados y recibe la bendición de la FNAC.
• Desplazamiento sine que non: No se te ocurra faltar...

Por todas estas razones y alguna otra de la que ahora no me acuerdo, no simpatizo con esta época del año y si pudiera, me tomaría unas buenas vacaciones lejos del mundanal ruido.
Si pudiera, pretérito de subjuntivo...Ainssss...

Saludos.