COLOR PÚRPURA
Los antiguos fenicios, allá en el siglo X a.c., ya conocían los métodos de obtención del tinte purpúreo que se extraía del molusco llamado murix o múrice.Y desde entonces, se ha considerado el color púrpura como un símbolo de distinción, elegancia, suntuosidad aplicado a los hábitos vestimentarios de determinadas élites a lo largo de los siglos.
De todos es conocida la extremada afición de la curia católica por la púrpura, que decora visiblemente las más lujosas vestiduras de obispos, cardenales y Papas de la Iglesia Católica, no menos que la persistente inclinación a los ropajes purpurados por parte de elevadas instituciones del mundo islámico, como sultanes, emires y califas.
Desde siempre, se ha identificado la púrpura como un signo de realeza, de superioridad, de majestuosidad, de suprema elegancia en suma.Expresiones como cabezas purpuradas referidas a las clases dirigentes de la Iglesia Católica o vestir la púrpura imperial por parte de los elegidos para tal honor durante el imperio romano, y más tarde, su heredero oriental, el imperio bizantino, delatan muy a las claras la calidad del tan deseado tinte.
Un producto escaso, de valor intrínsecamente nulo, se convierte, por arte del comercio y de los gustos personales de ciertos grupos de poder civil, religioso o económico, en oscuro objeto de deseo de valor incalculable.
Por cierto, si nos atenemos a su calidad cromática, es un color precioso, deslumbrante...supongo que como todos los colores.
Saludos.
De todos es conocida la extremada afición de la curia católica por la púrpura, que decora visiblemente las más lujosas vestiduras de obispos, cardenales y Papas de la Iglesia Católica, no menos que la persistente inclinación a los ropajes purpurados por parte de elevadas instituciones del mundo islámico, como sultanes, emires y califas.
Desde siempre, se ha identificado la púrpura como un signo de realeza, de superioridad, de majestuosidad, de suprema elegancia en suma.Expresiones como cabezas purpuradas referidas a las clases dirigentes de la Iglesia Católica o vestir la púrpura imperial por parte de los elegidos para tal honor durante el imperio romano, y más tarde, su heredero oriental, el imperio bizantino, delatan muy a las claras la calidad del tan deseado tinte.
Un producto escaso, de valor intrínsecamente nulo, se convierte, por arte del comercio y de los gustos personales de ciertos grupos de poder civil, religioso o económico, en oscuro objeto de deseo de valor incalculable.
Por cierto, si nos atenemos a su calidad cromática, es un color precioso, deslumbrante...supongo que como todos los colores.
Saludos.
Etiquetas: Maravillas, Texturas
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