ARENA POLITICA
Los estridentes sones de las fanfarrias anuncian el comienzo del espectáculo, sobre la ardiente arena se vislumbra la alargada sombra del mirmillón, al frente su espada corta y protegido por su descomunal escudo mientras que desde el lado opuesto aparece flamante la hercúlea figura del retiario, armado de su inseparable red y su afilado tridente, la muchedumbre prorrumpe en aclamaciones y azuza a sus respectivos favoritos....
La realidad es que este escenario tan familiar para los afortunados espectadores de cada una de las mil y una arenas y anfiteatros que salpicaban el antiguo imperio romano, se está convirtiendo en una escena más o menos cotidiana para el sufrido ciudadano de la piel de toro.
Nuestros ínclitos representantes políticos vuelven a caer nuevamente en la fácil tentación de entrar en el escabroso terreno de la descalificación personal, dando pábulo a esa tan celebrada costumbre hispana de la bipolaridad.
El espectáculo me parece ridículo, patético, lamentable e innecesario.Por un lado, estimo que los representantes democráticamente elegidos deberían abstenerse de este tipo de refriegas dialécticas, más propias de comunidades vecinales y tertulias sin pretensiones y por otro lado, no deja de ser otra manera burda de conseguir desviar la atención de los verdaderos interrogantes que asaltan al ciudadano de a pie.
Espero que el veredicto del César de turno sea igualmente benévolo para ambos contendientes, mostrando mediante su teatral y afectada expresividad la resolución que le impele a exhibir su pulgar....hacia abajo...MORITURI TE SALUTANT...
Y ahora, los juegos pueden continuar...Panem et Circenses.
Saludos.
La realidad es que este escenario tan familiar para los afortunados espectadores de cada una de las mil y una arenas y anfiteatros que salpicaban el antiguo imperio romano, se está convirtiendo en una escena más o menos cotidiana para el sufrido ciudadano de la piel de toro.
Nuestros ínclitos representantes políticos vuelven a caer nuevamente en la fácil tentación de entrar en el escabroso terreno de la descalificación personal, dando pábulo a esa tan celebrada costumbre hispana de la bipolaridad.
El espectáculo me parece ridículo, patético, lamentable e innecesario.Por un lado, estimo que los representantes democráticamente elegidos deberían abstenerse de este tipo de refriegas dialécticas, más propias de comunidades vecinales y tertulias sin pretensiones y por otro lado, no deja de ser otra manera burda de conseguir desviar la atención de los verdaderos interrogantes que asaltan al ciudadano de a pie.
Espero que el veredicto del César de turno sea igualmente benévolo para ambos contendientes, mostrando mediante su teatral y afectada expresividad la resolución que le impele a exhibir su pulgar....hacia abajo...MORITURI TE SALUTANT...
Y ahora, los juegos pueden continuar...Panem et Circenses.
Saludos.
Etiquetas: Ámbito social, Disección, Polémicas
2 Comments:
Hombre, si hubiese Circo romano en nuestros días un servidor estaría en primera fila. En primera fila de la grada ¿eh?
Sí, triste entrar en descalificaciones personales en vez de razonar con argumentos. Pero en este caso siempre hay alguien que sale beneficiado y es el que consigue desvíar la atención hacia unas palabras concreats y evita así el debate sobre las políticas de fondo que desarrolla.
Chabacano:
Sobre todo si son tan divertidas como la que estaba reservada a aquel inclito judío que osó exclamar "este cordero es digno del mismísimo Jehová"...Eso eran lapidaciones...
Juanjo:
Pues yo te veo como gladiador tracio, aguantando las embestidas de fieras corrupias y prosélitos cristianos...
Pregunta...políticas de fondo???? Eso me suena nuevamente a circo...
Agur.
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