LEOTARDO

Aunque ha tardado en llegar, finalmente el frío otoñal se ha apoderado del clima de la España interior con tal virulencia que fenómenos como escarchas y heladas han vuelto a protagonizar las gélidas noches mesetarias.En estos últimos días se han alcanzado temperaturas que rozan el punto de congelación del agua, intensificadas por la ausencia de precipitaciones y la extrema sequedad ambiental.Y con el advenimiento del frío hemos vuelto a desempolvar todo el repertorio de prendas, olvidadas en el fondo del armario, que proporcionan calidez y protección ante los rigores del clima.

Una salida nocturna para departir ante una bien servida mesa requiere salir de casa bien equipado para soportar estoicamente los envites de los elementos climatológicos.Para las más frioleras los leotardos constituyen un arma eficaz contra el frío.Por su especial conformación, cubren íntegramente las piernas hasta la cintura y su composición, normalmente de grueso tejido ya sea algodón puro o mezclado con otras fibras sintéticas como lycra o nylon, los leotardos encuentran una gran aceptación entre las féminas.

Las hay que no dudan en endorsárselos incluso debajo de los pantalones, práctica más común de lo que parece entre el público femenino, y haylas que se atreven a pasear sus resguardadas piernas bajo falda o short.Parece que fue un acróbata galo, Jules Leotard, quién diseñó una prenda que lo cubría casi totalmente, ajustada a su cuerpo para mostrar su musculatura y muy apropiada para realizar sus evoluciones en el trapecio.De aquel primitivo esbozo derivan los actuales leotardos, aunque su cometido ha cambiado esencialmente.Hoy son una prenda de abrigo indispensable para combatir el frío siberiano que impera ahora mismo.Creo que hoy tampoco haría ascos a unos de esos.Porque hacer frío, lo hace.Ufff.

Saludos.