RAPSODIA

Cabe buscar los orígenes de este término en la poesía épica griega, sobre todo los poemas de Homero, declamados por rapsodas tañendo instrumentos de cuerda para acompañar la expresión oral.Mucho despues, se adoptó esta denominación para designar una pieza musical integrada por varias partes, sin demasiada relación entre sí, con enlaces libres, y cuya principal finalidad es la de ofrecer un efecto de brillantez. Puede estar compuesta en dos partes, una lenta y dramática, y una segunda rápida, que suelen asimilarse a las formas musicales de la Fantasía y el Capricho.

Franz Liszt llegó a componer hasta 19 de sus famosas Rapsodias Húngaras, y otros afamados compositores también incluyeron la rapsodia dentro de su repertorio creativo, como Brahms, Dvorak o Bartok.Parece que existe una inclinación natural de bohemios y magiares por esta peculiar expresión melómana.

No podría concretar nada al respecto del origen bohemio-magiar del excelso compositor norteamericano George Gershwin, aunque su Rhapsody in Blue alcanza niveles de calidad no inferiores a las obras de otros rapsodas contemporáneos.Acertada fusión entre música clásica y jazz, la obra se presentó en 1924 en New York con su virtuoso creador al piano.Cosechó una calurosa acogida popular junto con una serie de excelentes críticas que ensalzaron su figura y la elevaron a la categoría de genio de la música.

Escuchando apaciblemente la melodía que desgrana la abultada orquestación y disfrutando del dinámico juego que aporta el solo de piano, no se percibe impedimento alguno para catalogar la pieza como sublime y merecedora de la fama de la que gozó antaño.Eran otros tiempos, sonaban otras músicas.Porque eran músicas.Y Gershwin, un músico cuyo nombre debería escribirse con letras doradas.

Saludos.