JERBO

Habitante itinerante del desierto sahariano, confinado a las ardientes arenas norteafricanas que constituyen su entorno natural, este curioso ejemplar de roedor sigue medrando en un ambiente hóstil y árido como ninguno sobre la superficie terrestre, aprovechando la regresión térmica que se produce tras el ocaso para desarrollar su actividad cotidiana, ocupada principalmente en buscar el sustento diario.

Su particularidad radica en sus patas traseras, más largas que las delanteras, de las que se valen para desplazarse saltando, emulando a sus primos marsupiales, los canguros australianos.No es gratuito pues el apelativo de ratas canguro con el que se las conoce coloquialmente hablando.

Si a las extremas condiciones en las que se desenvuelve su existencia añadimos la presión demográfica humana y el creciente tráfico de mascotas a que vienen siendo sometidos, se comprende logicamente la inclusión de este minúsculo roedor en la poblada lista de especies en peligro de extinción.No será el primero ni el último endemismo animal que, de no remediarlo, en un corto espacio temporal dejará de contar con especímenes en estado salvaje.Y, como siempre, si deseamos observarlo, habrá que hacerlo pasando por la caja del afortunado zoológico que cuente con un ejemplar en su catálogo.Algo de lo que no todos pueden presumir.Disfruten con las imágenes de este bello animal.

Saludos.