GASOL & CIA

Los chicos de la selección nacional de basket vienen a romper con ese secular prototipo del españolito desnutrido, flacucho y bajito de estatura tan caro a nuestros oídos.El ColaCao, la leche Pascual y los yogures Danone, entre otros, han contribuido a elevar considerablemente la talla media de la población española.Y los jugadores suelen ganar kilos y masa muscular en detrimento de la tradicional velocidad y el contragolpe tan cosustancial a la idiosincrasia del baloncestista hispánico.

Se están alabando las tremendas capacidades de un elenco de estrellas, posiblemente estamos ante el equipo más preparado del basket español a lo largo de su historia, de cara al Campeonato del Mundo que comienza próximamente en Japón, so pena de sufrir un batacazo de magnitud similar al cosechado por los ases del balompié en el pasado Mundial de Alemania.Aunque la euforia contenida es, en cierto modo, justificable.

Nada menos que 4 jugadores que la próxima temporada militarán en franquicias de la galáctica NBA formarán en las filas hispanas, Pau Gasol, sin lugar a dudas el líder indiscutible de su equipo y del combinado nacional y una estrella asentada en el firmamento de la NBA, José Manuel Calderón, Sergio Rodríguez y Jorge Garbajosa, otro de los firmes valores del basket hispano, además otros 4 podrían perfectamente desempeñar un papel notorio en la mejor Liga del Mundo como son Juan Carlos Navarro, Carlos Jiménez, Felipe Reyes y el elástico Rudy Fernández.Para completar el abanico ahí están los Berni Rodríguez, Carlos Cabezas y Alex Mumbrú, jugadores polivalentes y disciplinados de esos que cualquier entrenador desearía enrolarlos bajo su dirección.

Pensar en el Oro puede parecer desmesurado, aunque por primera vez parece factible.Se avecinan unos trepidantes días de baloncesto con nuestros abanderados como protagonistas principales.Una generación de jóvenes que maravilló al mundo entero con la consecución del Mundial Junior de 1999.Se divertían jugando por el placer de jugar, sin miedo a ganar, sacudiéndose esa pesada responsabilidad que atenaza al jugador en la alta competición.Esperemos que sigan deleitando a los buenos aficionados al basket y, si puede ser, que se vengan del país del Sol Naciente con el oro colgado de sus cuellos.

Saludos.