TALKING ABOUT...ROCA
Algunos suspicaces lectores, de esos anónimos que suelen frecuentar este su blog amigo, habrán buscado en el baúl de los recuerdos para encontrar algún Roca del que echar mano en este momento.Y estoy seguro de que de algún recóndito escondite de la memoria habrán rescatado al político catalán Miquel Roca.A pesar de que este personaje podría ser objeto de un desmenuzado análisis, no es ése el propósito de este post.Mi natural proclividad a enfocar los más prosaicos aspectos de la existencia humana ha obrado en conciencia para ofrecer en el día de hoy una digna representación sobre una actividad que no cosecha general simpatía cuando se trata de aludir a ella dentro de una banal conversación.
La expresión tan usada que empleamos para, mediante subterfugio, informar acerca de la próxima dedicación a la que nos vamos a entregar placenteramente referencia directamente a una famosa firma especializada en la fabricación de esos valiosos artefactos de loza o porcelana que ocupan un espacio preferente dentro de nuestros cuartos de baño.Hablar con Roca se identifica unívocamente con la realización del acto fisiológico de la defecación u eliminación por vía anal de los desechos resultantes de la digestión de los alimentos.
Una vez iniciado el ilustrativo diálogo, más bien monólogo, y aposentados confortablemente en la postura adecuada, las estrategias adoptadas por el esforzado usuario del inodoro abarcan todo un abanico de posibilidades.Un acto tan íntimo como supone la desvinculación de una cantidad apreciable de materia corporal se convierte en toda una retahila de actitudes marcadas por rígidos e intocables protocolos.
Para unos, es prioritaria la quietud absoluta acompañada de ese volumen para el que no disponemos de otro momento diario.O la versión radicalmente antagónica de un diálogo sostenido e interminable, incluso música relajante o vertiginosa.Algunos desafortunados necesitan la exclusividad de su hogar para afrontar la descarga.Otros son capaces de aliviar sus urgencias en lugares insospechados.Lo innegable es que mi vecina y yo diferimos a la hora de planificar la rutinaria entrevista con ese mudo testigo de nuestras inmundicias.Aunque ella convendrá conmigo en que, de alguna manera, se intuye la omnipresencia de Roca en el ambiente.
Despues de esta obtusa disertación acerca de Roca y sucedáneos, acabo de consultar mi agenda personal y me he llevado una sorpresa al comprobar que hoy me han adelantado la hora asignada para mi cita diaria con esas 4 letras serigrafiadas dentro del inodoro que, pase lo que pase, allí seguirán por los evos de los evos.No lo haré esperar más.Que ustedes disfruten de sus respectivas citas.
Saludos.
La expresión tan usada que empleamos para, mediante subterfugio, informar acerca de la próxima dedicación a la que nos vamos a entregar placenteramente referencia directamente a una famosa firma especializada en la fabricación de esos valiosos artefactos de loza o porcelana que ocupan un espacio preferente dentro de nuestros cuartos de baño.Hablar con Roca se identifica unívocamente con la realización del acto fisiológico de la defecación u eliminación por vía anal de los desechos resultantes de la digestión de los alimentos.
Una vez iniciado el ilustrativo diálogo, más bien monólogo, y aposentados confortablemente en la postura adecuada, las estrategias adoptadas por el esforzado usuario del inodoro abarcan todo un abanico de posibilidades.Un acto tan íntimo como supone la desvinculación de una cantidad apreciable de materia corporal se convierte en toda una retahila de actitudes marcadas por rígidos e intocables protocolos.
Para unos, es prioritaria la quietud absoluta acompañada de ese volumen para el que no disponemos de otro momento diario.O la versión radicalmente antagónica de un diálogo sostenido e interminable, incluso música relajante o vertiginosa.Algunos desafortunados necesitan la exclusividad de su hogar para afrontar la descarga.Otros son capaces de aliviar sus urgencias en lugares insospechados.Lo innegable es que mi vecina y yo diferimos a la hora de planificar la rutinaria entrevista con ese mudo testigo de nuestras inmundicias.Aunque ella convendrá conmigo en que, de alguna manera, se intuye la omnipresencia de Roca en el ambiente.
Despues de esta obtusa disertación acerca de Roca y sucedáneos, acabo de consultar mi agenda personal y me he llevado una sorpresa al comprobar que hoy me han adelantado la hora asignada para mi cita diaria con esas 4 letras serigrafiadas dentro del inodoro que, pase lo que pase, allí seguirán por los evos de los evos.No lo haré esperar más.Que ustedes disfruten de sus respectivas citas.
Saludos.
Etiquetas: Banalidades, Disección
3 Comments:
jajajajaa
Hale, a cagar!!
Un beso
Ah, pues yo pensaba que ibas a hablar de Juan Antonio, un Roca muy de moda (más que nada porque en Bloglines no me han salido las imágenes).
Anita:
Tus deseos son órdenes para mí, arrr...
Carlos:
La verdad es que el apellido éste de marras da mucho de sí...Hubo incluso un presidente de la FEF al que un famoso locutor radiofónico tildaba como Pedrusquito Roca...Roca Power...
Agur.
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