UNA GOTA DE AGUA
Apenas una exigüa y diminuta cantidad de agua en estado líquido no deja de convertirse en una molestia pasajera cuando se precipita desde la bóveda celeste hasta la sonrosada piel de un viandante anónimo que puede recibir ese indoloro impacto de diversas maneras.Se puede sentir una refrescante caricia o un indiscreto bofetón en toda regla, incluso es lícito pensar en una especie de maná salvador y fértil que acabará con la aridez y la sequía seculares en ciertas zonas de la geografía mundial.
La visión macroscópica de este fenómeno, sin embargo, no es trasladable a esas esferas concéntricas englobadas dentro del macromundo que componen todo un universo de realidades a escala microscópica, imperceptibles desde la óptica humana pero presentes y reales como la vida misma.
Un acontecimiento a priori tan intrascendente como lo pueda ser la precipitación de una minúscula gotita de agua contra el sustrato terroso puede devenir en luctuosa tragedia producto de una azarosa vicisitud para ciertos seres habitantes del suelo y del subsuelo.Una ligera brisa barriendo la alfombra herbácea de un sombrío bosque puede trasladar a un liviano mosquito cientos de metros de su hábitat natural, una circunstancia que implica un cambio de contexto forzado.
Parece correcto afirmar que nuestro mundo está compuesto por otros mundos que discurren paralelos en el tiempo y en el espacio.Y parece atinado pensar que los sucesos que acaecen en nuestro macromundo desencadenan consecuencias que difieren notablemente en función de la amplitud de cada uno de esos círculos inscritos que componen el Universo.Es obligada la reflexión acerca de la existencia de otro anillo adicional por encima de la comprensión humana.Tal vez, esas numerosas turbas de creyentes no anden tan equivocados como algunos presumimos.
Saludos.
La visión macroscópica de este fenómeno, sin embargo, no es trasladable a esas esferas concéntricas englobadas dentro del macromundo que componen todo un universo de realidades a escala microscópica, imperceptibles desde la óptica humana pero presentes y reales como la vida misma.
Un acontecimiento a priori tan intrascendente como lo pueda ser la precipitación de una minúscula gotita de agua contra el sustrato terroso puede devenir en luctuosa tragedia producto de una azarosa vicisitud para ciertos seres habitantes del suelo y del subsuelo.Una ligera brisa barriendo la alfombra herbácea de un sombrío bosque puede trasladar a un liviano mosquito cientos de metros de su hábitat natural, una circunstancia que implica un cambio de contexto forzado.
Parece correcto afirmar que nuestro mundo está compuesto por otros mundos que discurren paralelos en el tiempo y en el espacio.Y parece atinado pensar que los sucesos que acaecen en nuestro macromundo desencadenan consecuencias que difieren notablemente en función de la amplitud de cada uno de esos círculos inscritos que componen el Universo.Es obligada la reflexión acerca de la existencia de otro anillo adicional por encima de la comprensión humana.Tal vez, esas numerosas turbas de creyentes no anden tan equivocados como algunos presumimos.
Saludos.
Etiquetas: Ontología
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