UMBELIFERAS
Como herencia de mi bagaje esencialmente campestre, conservo una natural atracción por el conocimiento y el reconocimiento sensorial de la flora que puebla los paisajes rurales.Siempre es reconfortante poder reconocer el aroma del espliego o la hierbabuena o soñar despierto contemplando el alegre concierto de colores que brindan amapolas, dientes de león, malvas, margaritas o las deliciosas lilas.Un simple paseo por una rústica vereda se convierte así en un festín de los sentidos.
Procede hoy y ahora hablar algo acerca de una familia botánica que recibe el nombre de umbelíferas, una vasta colección de especies vegetales que cuenta entre sus filas con plantas tan conocidas y empleadas por el ser humano como la zanahoria, el apio, el hinojo, el anís, el perejil, el eneldo, el cilantro o el comino.No quiero obviar la cicuta, pese a su negativa fama.
Es reseñable apreciar la tremenda complejidad que pueden presentar sus hojitas, marcada por una compulsividad fractaria a repetir un patrón determinado que consigue crear un agradable y artístico efecto visual.De la misma forma, sus originales inflorescencias forman la típica umbela o racimo de flores simulando un fragante paragüas.
Parece ser que la naturaleza nunca deja de asombrarnos, pequeñas maravillas aguardan el preciso momento para ser admiradas, basta un simple vistazo o un incitante efluvio o una suave caricia para traspasar esa invisible puerta que delimita la entrada al universo sensorial.Recordadme que para la próxima visita a mi terruño no se me olvide recoger una muestra de hinojo que generosamente publicaré en este u otro odorblog.Para vuestro disfrute.
Saludos.
Procede hoy y ahora hablar algo acerca de una familia botánica que recibe el nombre de umbelíferas, una vasta colección de especies vegetales que cuenta entre sus filas con plantas tan conocidas y empleadas por el ser humano como la zanahoria, el apio, el hinojo, el anís, el perejil, el eneldo, el cilantro o el comino.No quiero obviar la cicuta, pese a su negativa fama.
Es reseñable apreciar la tremenda complejidad que pueden presentar sus hojitas, marcada por una compulsividad fractaria a repetir un patrón determinado que consigue crear un agradable y artístico efecto visual.De la misma forma, sus originales inflorescencias forman la típica umbela o racimo de flores simulando un fragante paragüas.
Parece ser que la naturaleza nunca deja de asombrarnos, pequeñas maravillas aguardan el preciso momento para ser admiradas, basta un simple vistazo o un incitante efluvio o una suave caricia para traspasar esa invisible puerta que delimita la entrada al universo sensorial.Recordadme que para la próxima visita a mi terruño no se me olvide recoger una muestra de hinojo que generosamente publicaré en este u otro odorblog.Para vuestro disfrute.
Saludos.
Etiquetas: Herbolario
2 Comments:
Bonito post este de las umbelíferas. Es cierto que la cicuta tiene mala fama, pero es por ser venenosa y además en su estado digamos "juvenil" se parece mucho al perejil, claro que basta con aplastar sus hojas para diferenciarlos pues la cicuta huele muy mal.
Un saludo
La cicuta tiene la particularidad, similar a la de numerosas plantas medicinales, de que tiene usos terapeúticos como analgésico muscular además de sus letales propiedades...Sócrates parece que bebió un brebaje de cicuta antes de dejar este mundo...
Agur.
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