ORAN

Una vez unificada la península ibérica, expulsados musulmanes y judíos de suelo hispano y cuando España empezaba a destacar como la potencia política que llegaría a ser en los tiempos de los primeros reyes de la Casa de Austria, un poderoso miembro de la jerarquía eclesiástica que ejercía una enorme influencia dentro de la corte de los Reyes Católicos, el cardenal Cisneros, propuso a los monarcas, sufragado mediante su propia aportación monetaria, acometer la realización de una campaña militar destinada a conquistar una ciudad costera magrebí que albergaba un nido de piratas berberiscos que sembraban el pavor entre las poblaciones del litoral oriental andaluz, además de obstaculizar gravemente el tráfico marítimo mercante.

Para la conquista de Orán se fletó una escuadra naval compuesta por 90 naves y 22000 soldados, con Cisneros como capitán general y Pedro Navarro como maestre de campo para dirigir las operaciones bélicas.Zarparon de Cartagena el 16 de mayo de 1509 y un par de días despues se produjo el asalto a la ciudad que se tradujo, tras unas tres horas de encarnizada lucha, en una abrumadora victoria hispana.Pedro Navarro, fortalecido por su rápido y fácil triunfo, tomó posesión de la plaza en nombre del rey y relegó a Cisneros del mando, lo que motivó su inminente abandono de la empresa.

En la catedral de Toledo se conserva un fresco, obra de Juan de Borgoña, que inmortalizó la osada gesta auspiciada por Cisneros, testimonio para la posteridad de un tiempo en el que la cristiandad hispana no sólo expulsó a sus infieles compatriotas del mismo suelo que compartían sino que se lanzó a una ofensiva en el suelo que les vio llegar desde el otro lado del mar.Orán sería española hasta 1791, cuando su importancia estratégica decreció y fue vendida a los turcos.

A pesar de los años, Orán sigue manteniendo lazos culturales con su antigua metrópoli, estando hermanada con la ciudad de Alicante, con la que está comunicada a través del ferry Argelia.Una institución tan afamada como el instituto Cervantes posee un centro en la ciudad norteafricana.En suma, todavía subsisten pequeños rescoldos de la dominación española.Puede resultar atrayente subirse a un ferry para, unas horas despues y en otro continente, seguir escuchando el cadencioso ritmo de nuestra lengua vernácula.Orán, sueño de una noche de verano.Sirvan los versos del excelso Miguel de Cervantes, de su comedia El gallardo español, como colofón a este post tan oranés:

Que es el moro comedido
y valiente, y que merece
en el trance que se ofrece
ser de Amor favorecido

Saludos.