LEGAÑA

Ciertos despertares matutinos suelen acarrear, como consecuencia de la secreción de un humor acuoso por las glándulas oculares, una inesperada compañía localizada en los bordes de los ojos en forma de diminutos corpúsculos sólidos que conocemos vulgarmente como legañas.Extraño vocablo de etimología probablemente prerromana que se usa profusamente en expresiones como limpiarse las legañas o adoptando un cariz despreciativo cuando se tilda a alguien de legañoso/a.

Aquellos afectados por el síndrome alérgico conocen bien lo que significa levantarse durante varias semanas al año con los ojos atestados de molestas y pegajosas legañas, producidas por una excesiva emisión de humores segregados para mitigar la acción invasora de los poderosos agentes alérgenos, en la mayoría de los casos, diversos tipos de pólenes.

Resaltar la singularidad de una voz tan restringida y de uso limitado respecto a su origen prelatino, más si cabe cuando tan escasas aportaciones de lenguas anteriores a la conquista romana han conseguido situarse dentro del amplio compendio léxico castellano.Pensaré en ello cuando vuelva a ver a un perro intentando desembarazarse de sus renuentes legañas a la orilla de un susurrante arroyo.Por cierto, hoy me desperté y no había legañas en las comisuras de mis ojos.Todavía no es primavera en mi hogar.

Saludos.