RISK
En algún momento de nuestras vidas, casi todos hemos tomado decisiones que no parecen no sólo las menos adecuadas sino que destilan a partes iguales desatino, incoherencia y la más absoluta ausencia de racionalidad que solamente los seres humanos podemos ser capaces de alcanzar.Cabe apuntar tales actos dentro de la categoría de las apuestas, del juego del azar, de la ruleta rusa, donde si tenemos buenas cartas podemos ganar la partida, pero al mismo tiempo nos exponemos a un altísimo riesgo de fracasar en el intento.
Parece que muchas personas no conciben otro modelo existencial en el que el riesgo, la aventura, no formen parte preponderante del mismo.Afianzados en su jocundia habitual y retroalimentada su natural excitación vital por una sucesión de afortunadas bazas, algunos seres humanos profesan el riesgo en sus más revitalizantes cotas.
Pero una enorme mayoría de seres anónimos, que antepone su seguridad personal a la efervescencia que brinda la capacidad de superación, se conforma con transitar diligentemente por este mundo tan plagado de inseguridades y trampas.Aunque, en ocasiones, esto no constituya un impedimento suficiente para adoptar riesgos innecesarios por presunta necedad autoconcedida.
Ayer por la noche acometí un grave dilema, que se convirtió en siniestra espada de Damocles pendiente sobre mi cabeza durante toda la larga noche, despues de deglutir fruiciosamente una nutrida sartenada de varios tipos de setas, acerca de las cuales no tenía una absoluta y tranquilizadora certeza sobre su grado de comestibilidad.Parece ser que esta vez gané la apuesta, aunque todavía siento un inquietante hormigueo rondandome el estómago.Lo mejor, la conclusión final.Ahora puedo recoger sin ningún tipo de cortapisa hasta 6 variedades de sabrosas setas.Ya dicen que el que no se arriesga, no gana.Espero no ganar más peso, eso sí.
Saludos.
Parece que muchas personas no conciben otro modelo existencial en el que el riesgo, la aventura, no formen parte preponderante del mismo.Afianzados en su jocundia habitual y retroalimentada su natural excitación vital por una sucesión de afortunadas bazas, algunos seres humanos profesan el riesgo en sus más revitalizantes cotas.
Pero una enorme mayoría de seres anónimos, que antepone su seguridad personal a la efervescencia que brinda la capacidad de superación, se conforma con transitar diligentemente por este mundo tan plagado de inseguridades y trampas.Aunque, en ocasiones, esto no constituya un impedimento suficiente para adoptar riesgos innecesarios por presunta necedad autoconcedida.
Ayer por la noche acometí un grave dilema, que se convirtió en siniestra espada de Damocles pendiente sobre mi cabeza durante toda la larga noche, despues de deglutir fruiciosamente una nutrida sartenada de varios tipos de setas, acerca de las cuales no tenía una absoluta y tranquilizadora certeza sobre su grado de comestibilidad.Parece ser que esta vez gané la apuesta, aunque todavía siento un inquietante hormigueo rondandome el estómago.Lo mejor, la conclusión final.Ahora puedo recoger sin ningún tipo de cortapisa hasta 6 variedades de sabrosas setas.Ya dicen que el que no se arriesga, no gana.Espero no ganar más peso, eso sí.
Saludos.
Etiquetas: Ámbito social
2 Comments:
Si estoy deacuerdo , arriesgar ....pero con el peligro controlado:)
Peg:
Eso es jugar sobre seguro...
Agur.
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