<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d19486965\x26blogName\x3dPaladeando+esencias\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dTAN\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://paladeando.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des_ES\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://paladeando.blogspot.com/\x26vt\x3d-6685804585533296561', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script> <!-- START: PDF Online Script --> <script type="text/javascript"> var authorId = "E2CB4839-2DCC-4AA3-B4EC-CACC80A65E8A"; var pageOrientation = "0"; var topMargin = "0.5"; var bottomMargin = "0.5"; var leftMargin = "0.5"; var rightMargin = "0.5"; </script> <script type="text/javascript" src="http://web2.pdfonline.com/pdfonline/pdfonline.js"> </script> <!-- END: PDF Online Script -->

jueves, mayo 18, 2006

MARIQUITA

Resulta admirable la irrefrenable pulsión que conduce a este hiperactivo coleóptero semiesférico de caparazón anaranjado-rojizo moteado de pintas negras a escalar hasta el punto más elevado de la mano que lo ha atrapado para desplegar sus pequeños élitros y lanzarse a la conquista del aire.Independientemente de la premeditada actitud de su captor para confundir al conspicuo insecto, su brújula interna le indicará el rumbo correcto una y otra vez, hasta la saciedad.

Siempre me cautivaron estos vistosos insectos por su brillante colorido, su inofensivo comportamiento y su peculiar fisonomía exterior.Se da el caso de que no me puedo resistir a tomar una mariquita entre mis manos en cuanto alguna se halla dentro de mi campo visual.Y volver a comprobar su terco y redomado empeño en coronar la cumbre de mis dedos para desplomarse en el vacío buscando nuevos vergeles repletos de su presa favorita, el devorador pulgón.

Como todos sabemos, este término se emplea adobado de ciertas connotaciones despectivas para designar a esos seres humanos que simplemente han elegido una opción que no se ajusta a los cánones socialmente aceptados en cuanto a su orientación sexual.Pese a que no porten esas elegantes manchitas negras en su dorso, ni tampoco destaquen por su indumentaria azafranada, cuentan asimismo con mi pública adhesión a su noble y humana causa.

He experimentado en carne propia ese vértigo arrollador, esa pasión desenfrenada, irracional, atávica por alcanzar las más elevadas escarpaduras montañosas para poder gozar del indescriptible panorama que desde allí se divisa.Supongo que debe ser una reminiscencia genética heredada de las mariquitas.Quizás, todos hemos sido, seamos o seremos un poco mariquitas alguna vez.Sin pintas, eso sí.

Saludos.

Etiquetas: ,

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Conservo el hábito de hacerlas pasar un mal rato paseando por mi mano que se mueve constantemente. Son preciosas, y mi apoyo a la causa "mariquita" también, por supuesto.
Un beso!

11:20 a. m., mayo 18, 2006  
Blogger Galufante said...

Ana:

Bueno, supongo que ellas no lo conciben como un mal rato...Tú sí que eres preciosa, hermosa...

Agur.

8:02 a. m., mayo 19, 2006  
Blogger Unknown said...

Desde que cultivo un huerto ecológico, considero a las mariquitas mi principal aliado.

Se puede decir que mantenemos una relación simbiótica.

Por estas fechas, en cuanto comienza a resecarse el ambiente y subir las temperaturas, ataca a las plantas una plaga de pulgones.

Mi estrategia no es la cásica y dañina de echar veneno, simplemente me dedico durante tres o cuatro días a tirar a los pulgones al suelo hasta que aparecen las mariquitas.

Las mariquitas en estado de larva comen durante 20 días entre 350 y 400 pulgones.

9:55 a. m., mayo 19, 2006  

Publicar un comentario

<< Home

Hit Counter