LOCALISMOS
La Real Academia Española de la Lengua es el organismo transnacional que vela por la salud de la lengua castellana.Para ello, establece un modelo común arquetípico que sirve para definir una serie de reglas por las que se debe regir cualquier expresión escrita o hablada que merezca recibir el calificativo de castellano culto.Pero la riqueza del idioma castellano es apabullante como refleja el hecho de que existan numerosas particularidades propias de cada uno de los lugares y ambientes en los que se usa nuestro universal idioma.
Se conoce con el apelativo de localismo a cualquier palabra cuyo uso queda restringido a una determinada extensión geográfica, siendo desconocida fuera de su marco lingüístico originario.Cuando se produce una difusión generalizada en el empleo de un vocablo, se dan las condiciones necesarias para que la Academia lo adopte e incluya dentro de su esqueleto léxico.
Aunque tal difusión no siempre se produce, manteniendo esa palabra su significado exclusivamente adscrito a su lugar de procedencia.El castellano hablado del norte de la provincia de Cuenca y el sur de Guadalajara mantiene todavía ciertas voces escuchadas de generación en generación que siguen teniendo plena vigencia dentro del anecdotario alcarreño.
Forman parte del léxico alcarreño vocablos como eneveruelo, pechenche, codín, longín, gurrumino o güarín para designar a los pequeñines de la casa, achiforche, arracamache, estrebejo o apichusque que se asocian a objetos en aparente desorden, nisio, aletán, burriaga, zargandán, remajón, chairo o agricas usados para definir estados de ánimo normalmente de manera despectiva, perrequenque, torozón, arrechucho o zaratán como sinónimos de desvanecimiento o pérdida de conciencia, morongollo como abultado volumen, sabitel como prenda ajada por el uso continuado, cachamundear como mezclar y desordenar objetos, cacicolear como intervenir a destiempo, colichear como mezclar líquidos con afán meramente lúdico.Asimismo expresiones como correr la guilindaina, irse de bureo o joparse para referirse a salir de fiesta, ponerse como chupa dominé despues de una lluvia torrencial o comer a la sordaina cuando se trata de un alimento selecto y escaso.
Y para que no tengais que digerir toda esta retahila de palabros a tragalaperro, os recomiendo una cucharada colmada de miel de la Alcarria, que dicen es buena para las afecciones respiratorias.¡¡Chorra¡¡.
Saludos.
Se conoce con el apelativo de localismo a cualquier palabra cuyo uso queda restringido a una determinada extensión geográfica, siendo desconocida fuera de su marco lingüístico originario.Cuando se produce una difusión generalizada en el empleo de un vocablo, se dan las condiciones necesarias para que la Academia lo adopte e incluya dentro de su esqueleto léxico.
Aunque tal difusión no siempre se produce, manteniendo esa palabra su significado exclusivamente adscrito a su lugar de procedencia.El castellano hablado del norte de la provincia de Cuenca y el sur de Guadalajara mantiene todavía ciertas voces escuchadas de generación en generación que siguen teniendo plena vigencia dentro del anecdotario alcarreño.
Forman parte del léxico alcarreño vocablos como eneveruelo, pechenche, codín, longín, gurrumino o güarín para designar a los pequeñines de la casa, achiforche, arracamache, estrebejo o apichusque que se asocian a objetos en aparente desorden, nisio, aletán, burriaga, zargandán, remajón, chairo o agricas usados para definir estados de ánimo normalmente de manera despectiva, perrequenque, torozón, arrechucho o zaratán como sinónimos de desvanecimiento o pérdida de conciencia, morongollo como abultado volumen, sabitel como prenda ajada por el uso continuado, cachamundear como mezclar y desordenar objetos, cacicolear como intervenir a destiempo, colichear como mezclar líquidos con afán meramente lúdico.Asimismo expresiones como correr la guilindaina, irse de bureo o joparse para referirse a salir de fiesta, ponerse como chupa dominé despues de una lluvia torrencial o comer a la sordaina cuando se trata de un alimento selecto y escaso.
Y para que no tengais que digerir toda esta retahila de palabros a tragalaperro, os recomiendo una cucharada colmada de miel de la Alcarria, que dicen es buena para las afecciones respiratorias.¡¡Chorra¡¡.
Saludos.
Etiquetas: Terminología, Terruño
2 Comments:
Ayyy!!!
Qué rato más güeno!
Un achuchón, paisano.
Besos
Ana:
Parece que te place la jerga alcarreña, no? pues ahora vas...y lo cascasss...
Agur.
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