<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d19486965\x26blogName\x3dPaladeando+esencias\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dTAN\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://paladeando.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des_ES\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://paladeando.blogspot.com/\x26vt\x3d-6685804585533296561', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script> <!-- START: PDF Online Script --> <script type="text/javascript"> var authorId = "E2CB4839-2DCC-4AA3-B4EC-CACC80A65E8A"; var pageOrientation = "0"; var topMargin = "0.5"; var bottomMargin = "0.5"; var leftMargin = "0.5"; var rightMargin = "0.5"; </script> <script type="text/javascript" src="http://web2.pdfonline.com/pdfonline/pdfonline.js"> </script> <!-- END: PDF Online Script -->

viernes, marzo 31, 2006

TEOREMA DEL BUS

Las numerosas filas de asientos vacíos que componen las gradas de un autobús constituyen un reducido sistema físico a escala que reproduce fielmente comportamientos entrópicos tan típicos y tan tópicos como son las transiciones asociadas al binomio orden-caos que preside los ciclos naturales del universo.

Inicialmente, todos los asientos permanecen vacíos.Los pasajeros van accediendo silenciosamente al graderío y van ocupando su sitio.A medida que se reduce el número de asientos libres, los nuevos viajeros efectúan una labor de selección a fin de encontrar el mejor asiento posible, en función de afinidades personales, dimensiones corporales, cercanía a la puerta de salida, ausencia de molestas conversaciones o excentricidades particulares.

Los huecos restantes se van reduciendo paulatinamente hasta que el último pasajero se arrellana plácidamente, es un decir, en su asiento, momento en el que se alcanza la ordenación completa del sistema.Haciendo honor a su efímera naturaleza, ese estado de complexión apenas consigue mantener su status hasta que el bus se detiene en la terminal y, por arte de magia, se desalojan los asientos volviendo el sistema a su posición inicial.La desordenación, el caos.

Tal proceso se reitera periódicamente, varias veces cada día, poniendo de manifiesto ese supremo azar que gobierna el universo.Eminentes científicos han demostrado que el caos es el estado natural del universo.Un autobús y las sufridas personas que hollan habitualmente sus asientos también responden solidariamente a esta inmanente ley natural.Con todo, el ser humano dispone de la capacidad para tomar decisiones a su libre albedrío, incluso para determinar cual es el asiento que mejor se adecúa a sus preferencias.

Saludos.

Etiquetas:

5 Comments:

Blogger marga said...

También tenemos el momento viejito con cacha, en el que se desalojan al tiempo dos o tres asientos (para cedérselos) y los listos de turno aprovechan el movimiento para sentarse y dejar de pie al amable ciudadano que se ha levantado.

9:18 a. m., marzo 31, 2006  
Blogger Lula Towanda said...

Hay infinitas posibilidades de llenar un autobús y un continúo cambio de estado. Me perturba, que nada esté quieto, no saber por qué y que todo esté fuera de nuestro control. Me siento como una hoja que lleva el viento.

Te contesté a lo de MOREra... por cierto, ¿que piensas sobre como se llena y vacía una empresa?

9:47 a. m., marzo 31, 2006  
Blogger Carlos de Vega said...

Interesante reflexión.
Pero yo el caos, y la búsqueda de máxima entropía, lo veo más bien en los autobuses urbanos cuando van abarrotados de gente apelotonada y estrujada, que intenta llenar al máximo el escaso espacio disponible...

5:58 p. m., abril 02, 2006  
Blogger Unknown said...

Muy de acuerdo con la teoría. Yo aportaría un corolario adicional. El asiento contiguo al de un gordo/a es el último que se ocupa. Real como la vida misma ...

9:32 p. m., abril 02, 2006  
Blogger Galufante said...

Perlim:

Eso ya me parece el extremo de la caradura y la mala educación...No sabría como engarzar tales avatares dentro de mi teorema...ya sabía yo que algo faltaba...habrá que rediseñarlo...

Lula:

Creo que esa es la esencia del mundo, el movimiento continuo, nada es estable, nada es inestable, todo es potencialmente modificable...

Sobre el tema de empresa, supongo que se podrían aplicar parecidos postulados a los descritos para el bus...con alguna pequeña diferencia, digamos que por analogía, algunos asientos, se podrían definir como los mejores, se encuentran permanentemente ocupados, por lo que en demasiadas ocasiones es preciso o bien abandonar el bus porque no se puede acceder al asiento deseado o bien buscar otro bus en el que todavía queden asientos libres que sean apetecibles...Ya ves, la vida es una analogía perpetua...

Carlos:

Quizás los urbanos requieran de algún refinamiento especial dentro de mi teoría...lo pensaré...Gracias por tu aportación.

Bedel:

A no ser que lo ocupe otro gordo...Acertada observación...Parece que no sólo hay gordos en los asientos de al lado...

Agur.

9:20 a. m., abril 03, 2006  

Publicar un comentario

<< Home

Hit Counter