MAR DE ARENA

Sin embargo, ese infinito mar de arena que se ondula a través de mil y una dunas, con oscilaciones térmicas tan radicales que pasan de un calor abrasador durante el día a unas gélidas temperaturas nocturnas, apenas poblado por escasas formas de vida vegetal y animal dada la práctica ausencia del líquido elemento de la vida, azotado frecuentemente por asoladoras tormentas de penetrante arena, ha ejercido una irresistible atracción en el hombre que desde tiempos inmemoriales se ha empleado en la denodada tarea de contener cuando no superar el desafío que supone la travesía del desierto.
Grandes civilizaciones de la antigüedad prosperaron en las márgenes del desierto, el Egipto faraónico es el máximo exponente de la lucha continua del hombre por medrar en el desierto.Un desierto que se convirtió en testigo honorífico de la sublimada apetencia de los faraones por la permanencia de sus obras para la posteridad.Una firme voluntad que, a pesar del inmarcesible desierto sahariano, ha conseguido abrirse paso hasta nuestros días.

El mito sigue plenamente vigente, arqueólogos, aventureros, arribistas, buscadores de fama y gloria siguen empeñados en dotar de sentido real a la leyenda.Parece ser que Alejandro Magno se desvió intencionadamente de su ruta conquistadora para consultar el oráculo de Amón.Daría por lo menos un par de euros por conocer el sentido de sus peticiones.
Saludos.
1 Comments:
Lostie:
Donde las dan, las toman...Si te sientes con fuerza, puedo proceder a contarte las crónicas de un pueblo...Avísame...
Agur.
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