PANEGÍRICO

Asomaste al balcón de mi memoria como un pálido remedo de la aurora que anuncia la suave caricia del amanecer, apenas hollando el embarrado sendero que conduce a la pérfida morada de mi caótica alma.Te deslizaste subrepticiamente posando tu velo reconfortante pleno de hálito de vida, de animosidad, de sabiduría, llenaste con tu modesta presencia el insondable vacío que señoreaba mi vulgar devenir, aportando la serenidad y el aplomo que intangibles flotaban muy lejos de mi alcance.

Dulces horizontes de paz y armonía hemos admirado, simulando espejos que nunca reflejan la dorada luz irradiada por ocultas fuentes de arcana belleza.Arrumbados en las cunetas de la sonriente placidez, hemos atajado las tretas del destino, irremisiblemente rendidas ante la firmeza de las convicciones y la pureza virginal de tu bendita alma.Un proyecto común de sinergias positivas casi siempre vencedoras de marginales escarceos de pretéritas adversidades.Y tú, altiva, rozagante de pesares y alborozos, enteca, solazada por la anhelante brisa de la ilusión, perezosa redimida por todo aquello que nos entrelaza en una vorágine de deseos y hechos.Bendito sea el fruto de tu vientre, irrenunciable y maravilloso portador de gráciles y cautivadoras esperanzas.

Si alguna vez dibujé el futuro pensando en alguien con quién pudiera garabatear un simple esbozo de eso que llaman felicidad, sin duda, mis pensamientos eran todos para tí.Porque la vida a tu vera, es vida.Porque aunque sólo sea un trasunto, lucho cada día que pasa por atesorar esas cualidades etéreas que tú sabes apreciar mejor que nadie.Porque eres la musa de mis sueños que atempera el hastío, el cansancio del guerrero, la heroína que vela por mis desvelos, que aporta la coherencia que cada situación precisa.Porque, en suma, te miro y te veo, y te remiro y te reveo, y tu serena belleza rezuma por todos los poros de tu piel, impregnando todo lo que te rodea.

Única como eres, inmensa cuando quieres, gracias por existir.

Saludos.