DESAFIO EXTREMO

Caminamos hacia una masiva liberalización del espectro televisivo que se concreta a través de un cada vez mayor número de canales susceptibles de recibirse en todos los hogares.Se suele afirmar, refranero mediante, que cantidad no equivale a calidad y este caso es una constatación fehaciente de ello.Pilotando un mando a distancia, uno se puede cansar de zapear entre cadenas, sin encontrar un espacio que sea digno de detenerse a mirar y escuchar.Desafío Extremo, en Cuatro, emitido los sábados por la noche, es uno de esos pequeños oasis que raramente se encuentran en la inmensidad del desierto audiovisual.

En clave de diario personal filmado, a veces incluso por el propio protagonista, se presenta al espectador un reto que Jesús Calleja debe acometer, sin importar el esfuerzo, el sufrimiento, las vicisitudes y las inclemencias meteorológicas que pueda suponer la culminación del mismo.A través de las pupilas de Jesús hemos alcanzado las cimas más altas de cada continente, algo que muchos jamás veremos de otra forma.Hemos sentido alivio al pensar que no teníamos que aguantar temperaturas por debajo de -40º C, ni dormir suspendidos en un acantilado calizo con vientos fortísimos capaces de hacer tambalear el vivac, ni tampoco cruzar ríos helados con la incertidumbre de desconocer el grosor de la capa de hielo por la que se desliza peligrosamente.

Muchos envidiamos algunas peripecias por las que ha pasado Calleja, aunque para ser sinceros el nivel del desafío excede en mucho la capacidad de sufrimiento.Como decía mi abuelo, si te obligaran a hacerlo, te negarías en redondo.A Calleja nadie le obliga a pasar por tales pruebas, con grave riesgo para su propia vida, es un superviviente profesional que se dedica a vivir en el filo de la navaja.Y de momento ni se ha cortado, ni se ha caído por ninguno de sus lados.Se me antoja que tratar de imitarlo sería una temeridad mayúscula.Habiendo Ecce Homo o El Viso, no los cambio por Aconcaguas ni Nanga Parbats de pacotilla.Calleja, a tus callejones.

Saludos.