CUENTAME UN CUENTO

Suele ser un socorrido recurso empleado por los sufridos progenitores para conseguir que sus retoños alcancen un sueño reparador, armarse de una voluminosa colección de cuentos con la que dulcificar el duro trance que para un infante supone pasar de una enérgica actividad al reposo nocturno.Todos recordamos con deleite la compañía del padre o madre de turno, narrando con todo tipo de gesticulaciones, entonaciones y expresiones verbales esos clásicos universales que no por archiconocidos dejan de ser eternos e inefables.

Como parece que los vallisoletanos Celtas Cortos, allá por 1991, ya estaban lo suficientemente talluditos para que sus padres se dignaran volver a retomar aquella olvidada costumbre de su niñez, tuvieron la feliz ocurrencia de crear su propia visión de un cuento, que pasó a la posteridad con el título de Cuéntame un cuento.Dentro de su personal estilo, una acertada amalgama de rock con toques folklóricos y esas flautas tan sonoras que los caracterizan, su canción se convirtió en un éxito meteórico y todavía hoy, 15 años despues, somos muchos los que tarareamos involuntariamente su pegadiza letra.

En el fondo, a nadie le amarga un cuento, sobre todo si se produce como la culminación de un anhelado deseo.Precisamente es esa cualidad evasiva la que convierte al cuento en divertimento de pequeños y mayores.En la materialización de los sueños, que de alguna manera representan cuentos elaborados por el inconsciente de cada persona, todos invertimos una parte sustancial de nuestras vidas.Aunque para un servidor lo principal no sea alcanzar esa meta quizás utópica.Más importante es seguir la senda y divisar lejos, muy lejos, la enseña de la infinitud.Y ahora, si us plau, cuéntame un cuento.Pero que sea original.

Saludos.