COLLEJA
Seguro que todos hemos escuchado alguna vez esa manida expresión que reza que entre oreja y oreja, colleja.Y más de uno habrá experimentado en carne propia el posterior pescozón que sigue a la pronunciación de su prólogo, sobre todo si no carece de un prominente cuello.Enfrascados en una sucesión de collejas que van y vienen, lo que comienza como una inocente broma puede terminar en un conato de pelea cuando son dos adolescentes o niños los que intervienen en el episodio collejil.Digamos que de collejas como éstas, líbrenos el Señor.
Existe otra acepción de colleja mucho menos beligerante, más nutritiva y saludable para el cuerpo humano.Se trata de una planta de la familia de las cariofiláceas, silene vulgaris, de modesto porte, que crece rastrera en los bordes de sembrados, caminos y terrenos baldíos, de hojitas carnosas en color verde claro que desarrolla flores blancas globulares.Es apreciada por sus hojitas que se recogen en primavera cuando todavía la planta no ha florecido y que se usan como decentes aderezos en revueltos o tortillas.
No hará una treintena de años que pequeños grupos de mujeres aprovechaban las clases vespertinas de sus retoños para explorar ribazos, eriales y huertas en busca de las codiciadas collejas.Sus inconfundibles siluetas, mandil, cubo y navaja, se podían ver desde las eras más altas, inclinadas hacia el suelo, que nadie dijo que la cosecha de collejas no reportase algún que otro lumbago.
Saludos.
Existe otra acepción de colleja mucho menos beligerante, más nutritiva y saludable para el cuerpo humano.Se trata de una planta de la familia de las cariofiláceas, silene vulgaris, de modesto porte, que crece rastrera en los bordes de sembrados, caminos y terrenos baldíos, de hojitas carnosas en color verde claro que desarrolla flores blancas globulares.Es apreciada por sus hojitas que se recogen en primavera cuando todavía la planta no ha florecido y que se usan como decentes aderezos en revueltos o tortillas.
No hará una treintena de años que pequeños grupos de mujeres aprovechaban las clases vespertinas de sus retoños para explorar ribazos, eriales y huertas en busca de las codiciadas collejas.Sus inconfundibles siluetas, mandil, cubo y navaja, se podían ver desde las eras más altas, inclinadas hacia el suelo, que nadie dijo que la cosecha de collejas no reportase algún que otro lumbago.
Saludos.
Etiquetas: Arte Cisoria, Herbolario, Rescoldos
7 Comments:
HMMMM, se parece a la rúcola, no?
Demonee:
Eso qué es???
Agur.
creo que me quedo con la seguna definción.....
Patri:
Será por mantenerte lozana y rozagante cual avecilla...
Agur.
http://horturba.com/castellano/cultivar/ficha_cultivo.php?ID=13
Demo:
Me parece que no tiene nada que ver con la rúcola...la colleja es una plantita rastrera que apenas levanta milímetros del suelo..
Agur.
Son exquisitas con un sabor "similar" a la espinaca pero más suave, con una leve cocción y rehogadas con huevo están listas para comer.
No se parece en nada a la rúcula que es más amarga y se usa en ensalada, además no se siembra o yo no conozco que se comercialice... supongo que son bastante delicadas pues aunque son fáciles de ver a la vera de los sembrados o cerca de las paredes no se encuentran en grandes cantidades como los cardillos u otras plantas silvestres.
Por cierto que no es una planta rastrera (creo), a veces sí levanta del suelo de hecho las más codiciadas son cuando ya están algo más espigadas porque se recogen más fácilmente y luego separas las hojas tranquilamente en casa. Yo creo que apenas la dejamos crecer, por lo menos en mi caso. A ver si hago alguna fotito de una crecida ahora que es el tiempo.
Os animo a que la recolectéis en el campo, y si no encontráis collejas siempre se pueden buscar espárragos (q este año viene bueno), cardillos, "aceceras", y las imposibles de esta primavera las siempre difíciles trufas o "criadillas".
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