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viernes, diciembre 08, 2006

DEPRAVACION

A diario, los noticiarios de las diferentes cadenas televisivas nacionales informan una y otra vez sobre sórdidos, repugnantes y repudiables sucesos que acontecen a lo largo del ancho mundo.La primera reacción del telespectador es la pretendida por el medio de manipulación, provocando rechazo, infundiendo asco, situando al televidente en el lado de la rectitud, de la moralidad socialmente aceptada.Porque el hecho en sí es ciertamente reprobable y condenable.

Entendemos por depravación, ya sea mental, sexual, laboral o de cualquier otro jaez, la perversión de las normas morales y de conducta adoptadas por la colectividad como modelo de virtud, de corrección, de normalidad, que devienen en actos lesivos de la dignidad humana o su integridad física y/0 psíquica.Cuando determinados individuos acometen la materialización fáctica de sus desviados pensamientos, traspasando el límite que separa la conciencia de la realidad, incurren en flagrantes delitos por los que deberán responder ante las cortes de justicia.Aunque esos depravados podrán pagar por el daño sufrido por sus inocentes víctimas, éstas nunca podrán evadirse ni olvidarse de sus fantasmas interiores y posiblemente convivirán de por vida con duras secuelas producto de la agresión sufrida.

Sin detenernos en las imágenes que penetran electrónicamente dentro de nuestros hogares, uno se pregunta que es lo que mueve a toda esa ralea de pedófilos, violadores, maltratadores, trastornados mentales, torturadores, invasores, terroristas, a plasmar físicamente sus aviesos pensamientos.Quizás en algún caso, ni siquiera sea preciso un pensamiento previo antes de pasar a la acción, basta con un pequeño resorte que activa su cerebro para realizar un acto brutal.Resulta fácil y manido acogerse a la hipótesis de una más que probable enfermedad de carácter mental para justificar tales conductas delictivas.Aunque la praxis médica testifica en muchos casos la total ausencia de sintomatologías que remitan a patologías de índole psíquica.

Tal vez todos portamos ese germen capaz de vegetar largamente a la espera de una oportunidad propicia para eclosionar súbitamente, con funestas consecuencias o no, en función del sentido que oriente nuestras acciones depravadas.Mientras el ámbito de influencia de las mismas se restrinja al estrictamente personal o, en su caso, exista un acuerdo consciente por ambas partes, la depravación pertenecerá a ese universo de seres extraordinarios que se conoce comúnmente como freaks.Es un hecho que a los indefensos ciudadanos del mundo nos intentan contentar con decisiones justificadas como actos dentro de la normalidad un sinfín de barbaridades que no resisten el análisis minucioso del más avispado votante.Toda una retahila de freaks de la corrección que incurren en aberrantes depravaciones humanas, sometiendo a una parte de la humanidad a sus descocadas soluciones globalizadas mediante sufrimiento, muerte, hambre, imposición, tiranía.

Como ciudadano del mundo que soy, no deseo ocultar mi categoría de depravado, para cargar con la parte de culpa que me pertenece.Lo que ni soy ni deseo ser es uno de esos fantoches trajeados tan atareados en resolver sus problemas del mundo, que no los de la humanidad.Y para ello, nunca me desprenderé de mi depravación depositándola en una alienadora urna.¿Sois tan depravados como un servidor?.Por favor, contesten despues de la publicidad.

Saludos.

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4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Iba a decir "descanse en paz" pero lo suyo sería que tenga legiones de demonios pellizcándole los huevillos con tenazas ardientes durante toda la eternidad.
Que se pudra en el infierno este grandísimo hijo de siete perros.
Cuál era la pregunta aquí?

3:35 p. m., diciembre 11, 2006  
Blogger Galufante said...

Anita:

No importa la pregunta, pero la has contestado claramente.
Sabes lo que pasa? Pues que otro malnacido, vergüenza para la humanidad entera, se ha ido de rositas de este mundo...hubiera preferido que se pudriese en vida en una sórdida mazmorra...ya no puede ser...

Agur.

2:45 p. m., diciembre 12, 2006  
Anonymous Anónimo said...

Eso es cierto, y no lo podemos cambiar.
A ver si esta vergüenza sirve para que no vuelva a suceder...pero los militares argentinos empiezan a chochear y muchos de ellos siguen en sus casas...este tema me subleva, lo reconozco.
Un beso.

10:47 p. m., diciembre 12, 2006  
Blogger Galufante said...

Anita:

Sin embargo, ahí tienes al despreciable Sadam Hussein a punto de pasar por la horca...En esto como en todo, siempre habrá clases...y no es lo mismo un dictador acomodaticio y seguidista que uno contestatario y hóstil...Pero esta lección ya me la sabía, la verdad...

Agur.

3:40 p. m., diciembre 13, 2006  

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