BRICORACION

La lengua castellana ha evolucionado desde unas escuetas lineas escritas por monjes amanuenses en antiguos códices monásticos, las glosas silenses y emilianenses, hasta convertirse en un idioma empleado por más de 300 millones de seres humanos en varios continentes.A pesar de que no goza del dinamismo ni la facilidad de otros lenguajes a la hora de crear nuevas acepciones que enriquezcan su léxico, no cabe duda de que se siguen produciendo aportaciones, en parte debidas a la frescura que brinda el español de Hispanoamérica y por otro lado, merced a diversas innovaciones provenientes de distintos campos como la ciencia, el arte, la tecnología e incluso el periodismo más frívolo y amarillista.

Con motivo de la inauguración de una superficie comercial en Alcalá de Henares, perteneciente al macroemporio El Corte Inglés, orientado exclusivamente a ofrecer al consumidor interesado todo tipo de soluciones decorativas, de nombre Bricor, en las últimas semanas los sufridos usuarios de la Nacional II hemos sido bombardeados con toda una andanada de mensajes publicitarios en vallas con vistas a la puesta en escena del flamante centro comercial.

En este caso, es la publicidad la que ha acuñado ese nuevo término tan sugerente de bricoración, amalgama del galicismo bricolage y la voz castellana decoración.Podemos estar contentos de que llegue la bricoración y no el decolage, suena algo más hispano la primera que la segunda.Normalmente, la mayor parte de este tipo de términos, producto de enfervorizadas e imaginativas mentes publicistas, goza de una efímera existencia, asociada a la duración de la campaña publicitaria que la difunde en espacios acondicionados para ello.Aunque algunas logran sobrevivir a su progenitor, incluso obtienen el premio de ser alojadas con su entrada correspondiente en el pulido diccionario de la Real Academia Española de la Lengua.Me pregunto si la que nos traemos entre manos llegará a alcanzar tamaño galardón.Presagio un trágico y silencioso final.

Saludos.