INMENSIDAD ESTELAR

Sólo en fechas relativamente recientes, parece que la especie humana comenzó a asimilar el hecho fehaciente de que ni la raza humana es la máxima expresión de la perfección alcanzada por la evolución ni nuestro planeta es el centro del universo.Ya los precursores Kepler, Copérnico, Galileo y Brahe empezaron a atisbar más allá de las nubes, intentando asomarse a las estrellas, planetas, galaxias y demás astros que componen el vasto universo del que formamos parte exigüamente.

Fue Albert Einstein quién, mediante su formulación de la teoría de la relatividad, subió un peldaño más en la escala de la comprensión del universo.La física de las micropartículas difiere notablemente de las leyes físicas aplicables a sistemas macroscópicos, las intereacciones entre las partículas que componen los átomos son extremadamente complejas y difícilmente observables y reproducibles.Conceptos como la velocidad de la luz o las desorbitantes distancias que se manejan en astrofísica suenan como algo lejano, ajeno a la cotidianeidad humana.

La observación nocturna de un cielo tachonado de estrellas depara una maravillosa sinfonía de luz y nos invita a soñar con otros sistemas similares al nuestro más allá de toda capacidad humana de comprensión.Se acumulan los interrogantes y no existen respuestas correctas.Desconocemos el estado actual de la estrella que emitió la radiación luminosa, que recibimos ahora, hace X años.Tal vez haya desaparecido.O se haya convertido en un agujero negro.Existen millones de realidades paralelas a la nuestra y, al mismo tiempo, las desconocemos.Somos apenas un puntito minúsculo de la Vía Láctea, integrada en un Universo en constante expansión.Resulta concebible, por tanto, hacerse la pregunta crucial: ¿Existen otras formas de vida en el Universo?.

Creo que nunca habrá una respuesta correcta a esta pregunta.O tal vez, todas las respuestas sean correctas.Es el precio a pagar por la relatividad.

Saludos.