COLIBRÍ, ALETEO EXISTENCIAL

Su estólido cuerpecillo demanda continuas dosis energéticas que le permitan mantener un aleteo constante, es el sino de su existencia, el aleteo nunca debe cesar.Resulta paradójico para una criatura que, en determinadas especies, apenas supera en tamaño a un abejorro.

Son alegres mensajeros de las flores del bosque tropical, siempre buscando el nutritivo néctar que les insufla la energía vital, vistosas hadas que regalan los sentidos con sus singulares picos y la riqueza cromática de sus plumajes.Hermosos seres que encierran esencialmente la máxima que preside la vida, es preciso seguir aleteando...

Me ha parecido escuchar un casi inaudible zumbido a mi alrededor, aunque no es época de floración...
Habrá sido una sombra de colibrí.

Saludos.