RUIDERA

Es frecuente encontrar más de un topónimo común a lo largo y ancho de la piel de toro como testimonio acreditativo de una herencia pretérita de relaciones entre etnias y gentilidades que se pierden en la noche de los tiempos históricos.De hecho, la geografía hispana está salpicada por numerosos parajes con denominaciones datables en la lejana época prerromana que remiten a antiguos vocablos de lenguas desaparecidas pero que gozaron de una amplia comunidad de hablantes.

Aunque no creo que el topónimo Ruidera se pueda considerar como vestigio viviente de alguna lengua hablada en Oretania o Celtiberia, existen por lo menos dos topónimos que reciben dicho nombre.Cerca de la cabecera del Guadiana, el Anas de las fuentes romanas, en una región limítrofe entre las provincias de Albacete y Ciudad Real, las lagunas de Ruidera conforman un lujuriante mar interior que contrasta con la monótona y árida llanura manchega.Más al norte, allá donde las aguas del Escabas descargan su furia contenida y pasan a engrosar el caudal del Guadiela, una represa hidráulica en este último río conquense se conoce con el nombre del embalse de la Ruidera.Por analogía y pura deducción, parece que el topónimo alude a una superficie lacustre de agua dulce.

La Ruidera conquense, pese a los cada vez mayores estiajes estivales que se prolongan peligrosamente hasta la estación invernal, sigue conservando una respetable extensión acuática merced a los aportes hídricos de la intrincada red fluvial del Alto Tajo y sus afluentes.No cabe colegir una salud similar para el sistema endorreico que alimenta las lagunas de Ruidera, afectadas en la misma medida que las vecinas Tablas de Daimiel por la sobreexplotación del acuífero 23 y la pertinaz sequía que azota los secarrales mesetarios.Lejos quedan aquellas imágenes de unas crecidas cortinas de agua deslizándose a través de los intersticios que separan unas lagunas de otras.
Desgraciadamente, cada vez hacen menos ruido.Pero tal impedimento no es óbice para gozar con la contemplación de este proceloso oasis de verdor enclavado en plena planicie manchega.

Saludos.